El sistema educacional chileno está en crisis. Por una parte, le llueven las críticas sobre la selección escolar, que nos lleva derechito hacia la segregación (y no lo digo yo, sino el mismo Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre). Seguido de eso aparece el lucro, porque casi 3500 colegios subvencionados -o sea el 78% de ellos- lo declaran.
En nuestro país, tenemos más de 11 mil colegios y el 43% de ellos (4.448 establecimientos) es particular subvencionado. Entonces, ¿hay que hacerles la guerra a estos recintos? Según Eyzaguirre, "la Presidenta Bachelet ha reiterado que apostamos por proyecto educacional mixto, donde los proveedores educacionales sin lucro no tienen nada que temer".
Pero también hizo un llamado de atención a los padres, asegurando que ellos "se dejan llevar por publicidad, por los nombres en inglés y por cuestiones que no son la calidad". Todo esto, por culpa de una "expansión desordenada y casi libertina de oferta educacional, que trata de atraer a los apoderados por una promesa de estatus y de mejores condiciones que no son tal".
Ahora, esto tampoco significa que los particulares o subvencionados tienen sus días contados, amenazados por un sistema sin libertad de enseñanza. "Absolutamente para nada. La Presidenta ha dicho con claridad que Chile tiene un sistema mixto y tal como los niños pueden ir a recintos subvencionados o de Iglesia, el Estado, a través de subvenciones, seguirá financiando esta diversidad educativa. Pero lo que no puede hacer, es financiar prácticas de segregación y discriminación", aclaró el ministro Eyzaguirre.
Finalmente el jefe de Educación, prometió que "nuestros colegios públicos van a volver a ofrecer alternativas, que seduzcan y reconquisten a las familias chilenas", terminando con "las prácticas engañosas, que seducen en base a la discriminación. Necesitamos mezclarnos", agregó.
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Fuente: La Tercera / Foto CC vía Wikimedia