Unos de los proyectos de la Reforma Educacional que más polémica y dudas ha generado es el fin al copago. El financiamiento compartido ha sido criticado por muchos actores y algunos colegios ya han tomado drásticas decisiones debido a la poca información que sale del Mineduc.
Por si fuera poco, ahora los investigadores del Centro de Estudios Públicos (CEP) publicaron un estudio que revela cuánto costaría implementar el fin al copago entre el Estado (vía subvención) y los apoderados de colegios.
De acuerdo al estudio de Sylvia Eyzaguirre, investigadora del CEP, el costo anual de esta medida alcanzaría los US$ 2.985 millones, lo que al parecer es una cifra demasiado estratosférica, como lo plantean en la investigación.
¿Por qué esta cifra parece ser demasiado? La nueva Reforma Tributaria pretende recaudar unos US$ 8,2 mil millones, de los cuales 1,5 a 2 se destinarán a educación, según precisó el ministro de Hacienda, Alberto Arenas. Según los cálculos de Eyzaguirre, casi la mitad de lo que se destinará a la reforma educacional se usaría en el fin al copago, mientras que la otra mitad se tendría que dividir entre la educación parvularia y superior, además de lo que necesite el proyecto de desmunicipalización.
"Creo que la mayor inversión debiese ser en escolar y preescolar, ya que es ahí donde se producen las mayores diferencias por el nivel socioeconómico de las familias, que se mantienen en el tiempo y que se traducen en diferencias cognitivas, según la evidencia.”, dice la investigadora.
Con el fin al copago se elimina el aporte familiar y un estudio de 2012 informó que el aporte de éstas con el financiamiento compartido es de US$ 561 millones ($ 272 mil millones). Con la reforma, todo ese dinero lo debe poner el Estado:
"Reemplazar esos dineros no es suficiente, porque los recursos que distribuyen los padres no son en forma homogénea ni equitativa, ya que hay algunos que pagan $ 5 mil y otros $ 80 mil. Para cambiar el sistema se requiere una mayor inversión, para que el cambio sea de forma equitativa y perjudicar a la menor cantidad de colegios”, aclara Eyzaguirre.
La investigadora del CEP propuso una vía intermedia para eliminar el copago, que incluye aumentar la subvención regular y preferencial, junto con creación de la subvención para clase media.
Propuesta de financiamiento para el fin al copago
Lo primero que recomienda Eyzaguirre es aumentar la subvención regular que se les entrega a los colegios municipales y subvencionados, en relación a la asistencia que tenga el colegio. Ésta debería aumentar en casi $ 40 mil por alumno. Así, el país se acercaría al gasto estatal que hacen en promedio los países de la OCDE en educación escolar (3,7% del PIB) y que en el país sólo alcanza el 2,7% del PIB.
A esto le sumamos el congelamiento del cobro que hacen los colegios a los padres, pero agregando la prohibición de financiamiento compartido para los futuros recintos.
Otra propuesta es la obligatoriedad de la subvención escolar preferencial (SEP), que son aportes que entrega el Estado para apoyar la educación de alumnos vulnerables. Fue creada en 2008 y muchos consideran que ha generado un impacto positivo en los resultados del Simce.
Por último, Eyzaguirre propone la creación de subvención para la clase media. “El Estado entrega hoy la misma cantidad de recursos a familias que ganan $ 470 mil mensuales que a las que reciben $ 3 millones”.
No sé ustedes, pero me parece una excelente propuesta considerando que el copago costaría esa cantidad ¿Qué opinan?
Fuente: La Tercera/ Imagen CC vía Benjamín Mejías