"Oye Barack. Mira la "papita" que te tengo. Cámbiale la tipografía a tus documentos y te ahorrai 400 palos al año ¿Cómo te quedó el ojo? ¿Ah?" O algo así es lo que podría haber dicho Survir Mirchandini al presidente de Estados Unidos, luego de crear un proyecto que permitiría ahorrar esa cantidad de dinero al gobierno.
Todo comenzó como un simple proyecto escolar. A Survir, estudiante de la escuela media de Dorseyville, le pidieron idear un plan para reducir gastos y aumentar los ahorros del establecimiento.
Frente a la idea, lo primero que se le vino a la mente al joven estudiante fue que actualmente recibía muchos más material educativo impreso que el que recibía en la enseñanza primaria. Tanto gasto de papel sin sentido lo motivó a encontrar una solución que minimizara tanto el uso de hojas como el de tinta.
¿Cuál fue el resultad de su investigación? El estudiante de Pennsylvania estudió cuatro tipos de letra distintos: Times New Roman, Century Gothic, Comic Sans, y Garamond, y descubrió que esta última fuente permitiría que su distrito ahorrara el 24% de sus gastos en tinta, equivalente 21 mil dólares al año (más de 11 millones de pesos chilenos). Su descubrimiento, alabado por sus profesores, fue publicado en el Journal for Emerging Investigators (JEI), revista científica creada por estudiantes de Harvard y que permite a secundarios publicar sus investigaciones.
Los editores del medio antes nombrado, quedaron tan impresionados, que animaron al estudiante a aumentar el espectro de su investigación a nivel nacional, creando un plan de ahorro para el gobierno federal.
Haciendo caso a la gente JEI, Mirchandini llegó a la conclusión de que si el gobierno federal sólo usará la fuente Garamond en sus textos y documentos, podría ahorrar un alrededor de 136 millones de dólares (74 mil 711 millones de pesos chilenos), lo que significa disminuir costos en un 30%. A eso se suman 234 millones de dólares (128 mil 500 millones de pesos chilenos) que podrían ahorrar si los gobiernos estatales ocuparan dicha fuente.
Impresionante ¿no? Bueno, parece que el gobierno no quedó loco con la propuesta, ya que en la Casa Blanca no hablaron de eventuales cambios en los procesos de impresión para adoptar la medida.
De todas formas, el ahora genio de 14 años se niega a bajar los brazos con su propuesta: “Reconozco que es difícil cambiar los hábitos de alguien. Esa es la parte más complicada. Definitivamente me encantaría ver cambios reales, y me haría feliz ir tan lejos como pueda para hacer posible ese cambio”.
Foto: Gentileza de CNN