En un mundo tan liberal donde las relaciones informales parecieran dominar la sociedad, que dos jóvenes se comprometan a llevar una relación amorosa como pololos, siempre es una acción para aplaudir, pero ojo, que no basta sólo con pedir pololeo y ya está, hay que cuidar la relación, sobre todo en un punto importante: no hagas cosas que avergüencen a tu media naranja.
Nadie dijo que un pololeo es sencillo, al contrario, hay que cambiar muchas cosas en la vida para complacer a tu pareja y llevar una relación feliz. Procura cuidar tu relación, ya que pueden pasar del amor al odio en un abrir y cerrar de ojos.
Sin más rodeos, algunas cosas que podrían causar gran vergüenza en tu polol@, son:
1. Ojo con lo que publicas en tus redes sociales: Piensa que si bien eres una persona independiente, tu pareja se transforma en una extensión tuya, entonces, todo lo que publicas en tus redes sociales, de alguna u otra forma podría afectar tu relación. Si eres hombre y subes muchas fotos con mujeres, obviamente aparte de generar celos en tu pareja, sembrarás vergüenza por tu reprochable actuar. Nadie quiere estar con un “jote”. Del mismo modo, si subes fotos muerto de curado con una piscola en la mano, eso no te hará más hombre o más mujer, al contrario, nadie quiere estar con un borracho.
2. Cuida tus palabras: Si tu polola/o habla de una manera cortés y educada, pero tu “hablamiento” va por otro lado, no muestres la hilacha, haz un sacrificio por tu pareja y guarda las palabrotas para otro momento.
3. No seas indiscreto: Si tu pareja te cuenta cosas íntimas que sólo tú sabes, no seas “sanguchito” de palta y no andes soltando frente a la gente eso tan privado que se te confió menos si tienes a tu pareja al lado.
4. No seas payaso: A menos que tu pareja tenga una personalidad similar a la tuya, no hagas cosas que sabes le molestarán a tu amado/a. Por ejemplo, no andes payaseando ni cantando a viva voz en la calle, o saltando como conejo en un mall si a tu otra mitad le molesta. Es mucho más rico andar abrazados o tomados de la mano. Nunca pierdas el romanticismo. ¡Despaila!
5. No seas florerito de mesa: Hay algunos que realmente son floreritos porque derrochan simpatía y naturalidad, pero sin en una fiesta te las das de centro de mesa sin tener ni un brillo, por favor para, ya que lo único que conseguirás es que el rostro de tu pareja cambie a un rojo intenso y baje la cabeza para esconder su vergüenza.
6. No metas las patas con tus suegros: Si ya conoces a tus suegros, y vas pechar almuerzo todos los fines de semana, no cometas el error de soltar un flato o decir algo que no corresponde, ya que sólo cosecharás más vergüenza en tu pareja y un odio gigante en los taitas de tu pierna.
En fin, todos los puntos anteriores se traducen en: ¡NO HAGAS LO QUE A TU PAREJA NO LE GUSTA QUE HAGAS! Si te decidiste en formalizar una relación, fue por algo, nadie te puso una pistola en la cabeza, es una opción en que ambas partes están de acuerdo porque se quieren el uno al otro, porque se respetan, pero no confundas el amor con pasarse de la raya, ya que en algún momento la vergüenza pasará a odio, y el odio al término de la relación. Piensa, la decisión está en tus manos.
Psicólogos expertos en relaciones de pareja convergen en que las mujeres son más propensas a sentir vergüenza de su pareja, ya que ellas están más pendientes del “qué dirá el resto”.
El consejo para alejar la vergüenza de la vida de pareja, es la conversación. Hay que tener la confianza para decir lo que te molesta del otro. Claro, ¿cómo vamos a dejar de hacer ciertas cosas si no sabemos que le molesta a nuestra pierna suave o peluda?
También, es importante que tu pareja tenga un espacio de libertad para poder hacer todas las cosas que te molestan, pero no en tu presencia. Es bueno que ambos tengan momentos de esparcimiento para compartir con sus amigos, y obvio, también momentos en que puedan compartir los dos juntos. En el fondo, tener una vida social por separado y otra juntos.
No seas tan, pero tan extremista. Claramente, conversando con tu pareja pueden llegar a un consenso que deje contentos a ambas partes, pero no seas tan extremista. Todos somos diferentes y no podemos ser una marioneta que haga o deje de hacer todo lo que quiere nuestra pareja. Hay que ceder, pero hasta cierto punto.
En fin, no existe un libro que te enseñe a tener una relación perfecta, lo importante es que siempre exista una armonía en la relación para que perdure en el tiempo.
Foto CC vía Flickr