Si son de los que les gusta descargar su rabia contra los profes a través de Facebook, Twitter o cualquier otra red social, piénsenlo dos veces. En Sidney (Australia), un tribunal ordenó pagar una compensación de 93.849 dólares ($52.367.742) a un estudiante de secundaria por difamar a su profesora a través de Internet.
Los ataques se habrían realizado por parte del adolescente Andrew Farley, en el 2012 a través de sus cuentas de Facebook y Twitter.
¿Por qué el motivo de los ataques? El juez comentó que los mensajes se basaban en la creencia de que Christine Mickle, la profesora, tuvo que ver con la salida del padre del menor del establecimiento, quien trabajaba impartiendo clases de música al igual que ella y que debió retirarse por motivos de salud.
Los mensajes al parecer habrían sido de tan grueso calibre, que Mickle tuvo que pedir ausentarse de sus laborares al verse gravemente afectada.
El juez recordó en su dictamen emitido en noviembre pasado y hoy hecho público por el Sidney Mornig Herald, que: "los comentarios difamatorios publicados en las redes sociales se divulgan con facilidad".
Andrew, borró los comentarios dirigidos hacia la mujer (quién por cierto nunca llegó a ser su profesora) y se disculpó públicamente después de que los abogados de ella le dirigieran una segunda misiva.