Ser presidente de curso es un gran cargo que tus compañeros te otorgan, por algo depositaron su confianza en ti. Pero vale la pena preguntarse: ¿crees poder con la responsabilidad que esto conlleva?, ¿has pensado en las ventajas y desventajas que presenta asumir este desafío?. Si no lo sabes, aquí te diremos que es lo bueno, lo malo y lo feo de ser presidente de curso.
Bueno: - Eres popular: En sí mismo, la elección de presidente de curso es un concurso de popularidad. Pero también, tus compañeros te están entregando un voto de confianza. Te consideran un líder y eso es motivo de orgullo.
- Estás haciendo algo bueno: Si tienes buenas ideas y sabes cómo aplicarlas, estás ayudando a mejorar el curso. Ponerse metas en conjunto, como buscar un buen lugar para irse de gira de estudios e idear actividades ingeniosas para conseguir dinero, hará que tus compañeros se motiven y lograrás una mejor convivencia entre todos.
- Te ayuda a ser más responsable: Te vas a dar cuenta que este cargo es una gran responsabilidad, y que deberás organizarte si quieres hacerlo bien. Que logres las metas no sólo será un beneficio para el curso, también será una experiencia que te servirá durante toda tu vida.
Malo:
- Si algo falla, es tu culpa: Si hacen una completada y faltó palta; es tu culpa, si es un bingo y un premio falló; tu culpa, si el profe les pone una prueba y tú no haces nada para impedirlo; tu culpa. No hay excusas, tú eres el presidente y si a tus compañeros no les gusta algo o falla, eres el responsable directo.
- TIENES que hacer las cosas: Esto tiene bastante que ver con el punto de arriba. Aunque falle, debes hacer todo lo posible para que el barco no se hunda, y si ves que no existe una solución, hay que hacer la gran Titanic y como buen capitán, debes hundirte con tu embarcación.
- Los apoderados no te pescan: Tu autoridad te permite organizar al curso y ayudarlos, también se extiende a trabajar con el profe jefe y poner la cara en dirección, pero hay un terreno donde tienes 0 autoridad y casi nula influencia: los apoderados. Para ellos, eres uno más del curso y casi siempre tienen la última palabra. Eso lo supo muy bien mi mejor amigo y ex presidente de mi curso, Diego, quien no consiguió que los padres dieran el victo bueno para un viaje de vacaciones de invierno a Fantasilandia porque encontraban que eso "era un desperdicio de dinero de ellos y de las arcas del curso". Los padres unidos son una de las fuerzas más temibles sobre la tierra (por lo menos durante la adolescencia)
Feo:
- La envidia: Habrán compañeros que no les gustará tu gestión, pero a veces, es por la envidia. Hablarán por detrás y te criticará por cada cosa que hagas o dejes de hacer. La opinión de unos pocos es válida, pero debes ponerte firme en que debes hacer lo que a la mayoría le parece correcto.
- Tienes que lidiar con todos los genios: Como hay gente alegre, optimista y que te apoya, habrán personajes pesados, malhumorados, densos y criticones. No intentes darles en el gusto a todos, busca un punto en común o uno que elija la mayoría.
- Demasiada presión: Aparte de tus obligaciones de estudiante (que no son pocas) y tus responsabilidades familiares, te estás echando una nueva mochila al hombro. Pero si decidiste postular, es porque sabes que eres capaz de manejar esta responsabilidad, ¡ánimo!
Ahora que ya sabes cuales son las ventajas y desventajas que tiene este cargo, te preguntámos: ¿Quiéres ser Presidente de curso?, ¿has sido elegido como tal, alguna vez?, ¿te has sentido identificado?
Foto CC vía Flickr