Millones de personas en el mundo tienen la manía de querer estar conectados todos los días en Facebook, Twitter o en Instagram, con el propósito de poder enterarse de comentarios, tweets y fotos subidas por amigos y seguidores. Lo anterior se podría entender como una adicción por las redes sociales, cuando una persona vive pendiente de los demás, quiere saber todo, detalle por detalle. Cuando alguien sufre esta obsesión tan brígida es mejor, por sanidad mental, desconectarse un poco del ciberespacio. Claro no ser taaaaan cuatico como para dejarlo por completo, pero si por un tiempo para volver a desarrollar acciones sociales, básicas con las personas. Quizás alejarte un mes, serviría de mucho, para darte cuenta de si eres dependiente o no, ¿Pero tú dejarías de lado las redes sociales por un mes? La respuesta a esta pregunta solo la puedes responder tú, la cruda realidad “pucha zorry no es por ser pesimista”, pero siempre los estudios demuestran lo contrario. Porque una investigación realizada por la Escuela de Negocios Booth de Chicago en febrero del 2012 concluyó que desligarse de Twitter o de revisar mails es más difícil que dejar el cigarro o el acohol. Según el impulsor de esta iniciativa, Wilhelm Hofmann, hiso esta investigación a 205 personas de edades entre 18 y 25 años. Colocaron a prueba a estos cabros y le pasaron a cada uno de ellos una Black Berry. El desafío consistía en que les llegaría un mensaje siete veces al día durante dos semanas. Estos chiquillos por cada mensaje que recibieran, debían responder si habían sentido un antojo de cualquier índole, describiéndolo. La misión fue comprobar qué persuasiones causaban más “antojos”, además de entender cuanto y en cuáles de ellos se demoraban en desistir más rápidamente. Estos “científicos-locos” finalmente lograron explicar que los niveles de “fracaso de autocontrol” fueron mucho más altos en redes sociales que en otros puntos como el alcohol, el tabaco o el deseo sexual.
El jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental de Red de Salud UC, Jaime Santander, opina que la potente adicción que producen estas plataformas puede sobrepasar a la de las substancias ligadas con este tipo de comportamiento, declaró: “Con un cigarrillo no importa si lo fumo hoy o mañana, porque solo me concierne a mí. En la red social hay un tema de oportunidad y de competencia con el resto, mi comentario se envía ahora, porque en cuatro horas puede que 40 personas más lo hayan hecho”. El psiquiatra señala, además, que la aparición de artefactos portátiles, tales como smarthphones y tablets, ha provocado que aumente este problema porque ha facilitado la accesibilidad a redes sociales, expuso: “Como todas las fuentes de adicción, esto siempre aumenta cuando se vuelve más disponible”, afirma Santander. Saber si eres adicto a las plataformas comunicacionales sociales, conlleva un sinfín de patrones que pueden indicar tu estado de dependencia. Como que tan seguido ocupas Facebook o Twitter y si puedes dejarlos de ocupar uno días sin que te de ansias de hacerlo. Fuente: Emol.com Foto CC vía Flickr Y tú, ¿dejarías de ocupar las redes sociales por un mes?