La asignación de Becas y Créditos lleva semanas en el centro del cuestionamiento, debido a la forma de asignación, y por ende, concentración de los recursos. El conflicto incluso se centró en la entrega de la Beca Nuevo Milenio, la que en su mayoría sería adjudicada por sólo tres planteles de educación superior. Según los datos obtenidos por la Ley de Transparencia, la Universidad Santo Tomás, el Centro de Formación Técnica Inacap y el Instituto Profesional Aiep, se adjudican el 61% de estos fondos. Esto quiere decir que estas 3 instituciones educacionales recibieron cerca de $9 mil de los $14 mil millones que se entregaron el 2013.
El Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior (Conifos), cuestiona las condiciones que plantea el Ministerio de Educación (Mineduc) para otorgar los fondos estatales, siendo la que genera mayor controversia la obligación de contar con acreditación.
Sin embargo, la respuesta desde el Gobierno sigue siendo clara. La obligación de contar con acreditación no es un capricho. Esta funciona como una motivación para los planteles de entregar una mejor calidad de la educación. Si no existiese un parámetro para la entrega de becas, las instituciones no se esforzarían para obtenerlas.
De todas formas, algunos consideran que las condiciones para otorgar las becas son muy estrictas y que debe haber diferenciación entre quienes no tienen la acreditación y quienes la están tramitando, ya que son situaciones totalmente distintas.
Esta misma discusión se vivió al año pasado, donde a modo de excepción se otorgó el financiamiento de esta beca a los planteles que no cumplían con la acreditación. Esto siempre con la condición de que al año siguiente, aquellos planteles que habían sido beneficiados con esta excepción, se tenían que encontrar acreditadas.
Según la Ministra de Educación, Carolina Schmidt, esto "va en la seguridad de los jóvenes que estudian en estas instituciones. Porque la única fórmula que nos permita garantizar que los recursos están yendo a instituciones que siguen las normas de certificación es que cuenten con una acreditación". Por el momento, la discusión aún continúa. Lamentablemente, son los mismos los estudiantes, quienes por el poco compromiso de los planteles por ingresar a un proceso de acreditación, los perjudicados con el escaso o nulo financiamiento estatal.