Desde la aprobación del ranking de notas, este ha dado de qué hablar en innumerables ocasiones. Su implementación no tiene muy contentos a todos, ya que si bien beneficiaría a muchos estudiantes, también perjudicaría a otros.
Es así como desde el jueves 24 de octubre una serie de colegios emblemáticos (los más perjudicados por el ranking de notas), han presentado una serie de recursos de protección que buscan frenar la aplicación del ranking de notas en el proceso de admisión 2014.
En este sentido, hace algún tiempo los miembros del Consejo de Rectores han tenido que brindar declaraciones defendiendo el ranking de notas como un nuevo elemento de ponderación para postular a la educación superior, destacando que este entrega más posibilidades a estudiantes de escasos recursos que destacan en sus colegios, pero que no tienen una buena base para rendir la PSU.
Más allá del debate en torno a la incorporación del ranking en el proceso de selección universitaria y si es que este beneficia o no a los estudiantes, ¿cuáles son los intereses económicos de los planteles de educación superior que se juegan detrás del uso de esta herramienta? Desde 1987 el Estado, a través del Aporte Fiscal Indirecto (AFI), entrega una serie de recursos económicos a las universidades que capten los mejores puntajes en la PSU, ex PAA. En el proceso de admisión de este 2013, los aportes alcanzaron la suma de 23 mil millones de pesos, de los cuales la Universidad de Chile junto a la Universidad Católica se adjudican el 40%, un 34,4% el resto de los universidades del Consejo de Rectores, y un 25% para las universidades privadas.
Como la entrega del AFI sólo se basa en el reclutamiento de los mejores puntajes PSU, el aporte fiscal a las universidades que componen el Consejo de Rectores ha disminuido drásticamente, considerando que son estas las que otorgan el mayor porcentaje a la NEM y próximamente, al ranking de notas.
Es por esto que hace algunos años, estas universidades han intentado influir en el cambio de asignación del AFI, buscando que no sólo se integre el puntaje de PSU, sino también la NEM y el ranking de notas.
Considerando que la Universidad de Chile, Universidad Católica y Universidad de Santiago le darán un alto porcentaje del ranking de notas en la selección de estudiantes para el 2014, estas serán las más afectadas en la asignación del AFI. Ya en el periodo 1992 y 2004, la Universidad de Santiago perdió US$ 5 millones por concepto de AFI, periodo en que la universidad comenzó a bonificar los puntajes de alumnos con mejores notas.
La petición de los miembros del Consejo de Rectores de incluir la NEM y el ranking de notas como criterio para la repartición del AFI, apunta principalmente a la idea de que la PSU no es el único criterio para definir un buen alumno. El año 2012, Harald Beyer, -en ese momento Ministro de Educación- habló con el Consejo de Rectores, confirmando que estaba dispuesto a cambiar la forma de asignación del AFI, siempre y cuando las universidades decidieran incluir nuevos elementos de selección. Hoy, cuando el ranking es un hecho, se consultó sobre la posibilidad de cambio, recibiendo como respuesta: “por el momento no”.
La resolución de esto se vuelve cada vez más incierta, considerando que la discusión sobre el ranking de notas se ha intensificado. Es de esperar que ambas partes cumplan lo prometido y no comiencen a existir nuevas consecuencias que de alguna u otra forma afecten a los estudiantes de estos planteles.