¿Quieres salir del clóset, pero no sabes si esperar para hacerlo cuando salgas del colegio? Nadie mejor que tú sabe cuál es el momento adecuado. Sin embargo, si aún te queda un buen tiempo como estudiante secundario, sean meses o años, es bueno reflexionar al respecto.
En primer lugar, hay que reconocer que por mucho que avancemos como sociedad en términos valóricos, aún quedan muchos resabios de actitudes retrógradas y lo peor es que a veces están encubiertas. Por ello, lamentablemente, aún sigue siendo una decisión valiente reconocer públicamente una orientación sexual “distinta”. También hay que recordar que todos somos distintos, y que a un niño le guste otro niño, es igual de “normal” que si a ese mismo le gustara una niña.
Superar el miedo es uno de los primeros desafíos que se deben enfrentar. No obstante, también dependerá mucho del contexto en que estudies y tu familia. Muchos tienen la suerte de asistir a un colegio relajado, en donde la diversidad es valorada. Lo mismo puede suceder con los padres. En estos casos, salir del clóset quizás no conlleve mayores dramas.
Pero también hay ambientes escolares sumamente conservadores, y a veces ni siquiera lo son por razones religiosas. En estos contextos puede ser más difícil asumirse como gay, aunque tampoco se debe volver un obstáculo invencible. Debes recordar que no te pueden expulsar y que cualquier acto de discriminación arbitraria, hoy es sancionado gracias a la Ley Zamudio.
Por otro lado, la adolescencia es en sí un periodo de muchas dudas y cuestionamientos, por lo que si no estás seguro de tu sexualidad, tampoco debes sentirte obligado a definirte para siempre. En la vida no todo es negro o blanco, siempre hay matices. Asimismo, si bien hay algo de nosotros que pareciera que nunca cambia, de cierta forma vamos convirtiéndonos en diferentes personas a lo largo de nuestras vidas.
¿Qué pasa cuando pasa? En todo caso, siempre es bueno recibir consejos de alguien que haya pasado por lo mismo. Por ejemplo, además de tus amigos, puedes recurrir a alguna organización como el Movimiento por la Diversidad Sexual, Mums, el cual cuenta con un Centro de Apoyo y Consejería.
También es bueno conocer la experiencia en otros colegios. Un buen ejemplo de ello son “Las Putas Babilónicas”. Se trata de un “colectivo artístico-social compuesto por estudiantes del Liceo Lastarria, asumidos homosexuales y locas orgullosas”, como ellos mismos se definen. El grupo realiza diversas actividades y talleres, participan activamente y generan debates.
“Comenzamos a salir del clóset, nos juntábamos en el patio, nos hicimos amigos y empezamos a educarnos en materias que no nos pasan en el liceo. Al principio el colegio fue reticente, pero al vernos tan seguros con nuestra sexualidad, se dieron cuenta que era imposible cambiarnos”, cuenta Eduardo, uno de sus integrantes.
Conocer esta experiencia es un buen argumento para que sepas que sí es posible salir del clóset en el colegio, y que no es tan complicado vencer los obstáculos. Y no solamente esto, sino que también puedes aprovechar la instancia para organizarte con otros compañeros. La unión hace la fuerza.
Finalmente, la decisión siempre dependerá de ti y tu contexto social y familiar. Si piensas que te traerá más dificultades que un alivio, tal vez se deba a que estás rodeado de personas que han crecido con prejuicios y falta de información con respecto al tema. En este caso, un buen comienzo antes de salir del clóset, sería educar. Una tarea que se puede volver más importante que resolver ejercicios o facsímiles, y con mayores frutos a futuro: un mundo mejor.