Recuerdo que casi toda la enseñanza media tuve la libertad de elegir los libros que leería en el colegio en la asignatura de lenguaje y comunicación. Esta libertad era otorgada por mi profe, quien sólo buscaba acercarnos a la lectura mediante el goce y disfrute individual.
De esta forma, todos los años nos daba una larga lista de títulos y autores para leer y, en el caso de optar por un libro que no se encontrara en la lista, sólo debíamos decírselo con anticipación para que él lo leyera y así nos pudiera evaluar.
Las evaluaciones tampoco eran las convencionales, ya que nos hacía escribir tesis que debíamos vincular con nuestras lecturas. Por ejemplo, si deseabas investigar sobre el amor en la literatura, podías incluir libros con esa temática aunque también las tesis podían ser de autor (leer libros de un mismo autor y analizarlos).
También recuerdo que cuando nos daba la lista con los libros a principio de año, el profe nos recomendaba con especial ahínco algunos clásicos: Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Gabriel García Márquez, Manuel Rojas, Pablo de Rokha, Edgar Allan Poe o María Luisa Bombal. Pero de pura pava, y para mi pesar, nunca lo pesqué mucho ya que sólo leía los libros que me “tincaban” más en el momento.
Sólo en la universidad, y por la reiterada recomendación de mis amigos, me acerqué a los autores tan mencionados por mi profe. Para mi sorpresa, algunos de los libros de la lista se convirtieron en mis favoritos, como ‘Rayuela’ y ‘Sobre Héroes y Tumbas’. Además de la tetralogía de Manuel Rojas que comienza con ‘Hijo de Ladrón’, ‘Cien Años de Soledad’, ‘Narraciones Extraordinarias’, ‘La Amortajada y el Árbol’.
Quizás era necesario ser más grande para valorarlos como ahora lo hago, pero sin duda que debe ser una experiencia casi mágica leer ‘Rayuela’ cuando estamos viviendo nuestros primeros amores, las mariposas en la guata y todo lo que comenzamos a descubrir.
Por lo mismo les recomiendo leer a toda costa a Cortázar, sus cuentos y novelas, como también la poesía de Benedetti o las aventuras de Roberto Bolaño en ‘Los Detectives Salvajes’. Para quienes gustan de la ciencia ficción y los cuentos de terror, tienen que poner especial atención en Allan Poe. Aparte de entretenerlos, les brindarán las oportunidades de ver las cosas de forma distinta, más mágicas, lúdicas y sensibles.