Poco a poco se acerca el fin de año, aquel momento tan esperado por muchos y tan temido para otros. Es que para nadie es un misterio de que la PSU es una prueba importante para tu futuro. De hecho, es aquella que te da la posibilidad de estudiar lo que tú quieres. Sin embargo, no todo es estudiar y leer la materia, por lo que te mostraremos diferentes factores que contribuirán a que esta etapa sea simplemente un paseo matutino del que terminarás riéndote.
Para comenzar, debes siempre tomar en cuenta el factor sueño. Tienes que tener claro que no puedes llegar a la prueba con un par de horas de descanso en el cuerpo. Mínimo tienes que dormir unas ocho horas, de esta forma recuperarás todas tus energías y no actuarás como zombie.
También algo muy relevante es darse una buena ducha. A nadie le viene bien seguir con la almohada pegada en la cabeza, además de que siempre el agua caliente te permite despertar y afrontar el día de mejor manera.
Otro punto a considerar es la alimentación, tanto para el día antes de la prueba como para el desayuno de aquel día. Ojalá los días previos a la evaluación comas cosas livianas. Las hamburguesas, pizzas, y todas esas cosas ricas que te gusta chanchear debes olvidarlas o dejarlas para después. Tu estómago no puede estar pesado, no sólo porque en la prueba misma te puede sonar y harás el ridículo, sino porque no hay nada más desagradable que estar hinchado e incómodo.
El día mismo de la prueba debes tomar un desayuno liviano. Un par de tostadas y un jugo de tu fruta favorita siempre ayudan. Obviamente, no te prepares jugos de frutas con sandías, ya que te inflarás como un globo. Si darás más de una prueba en el día, debes almorzar. Si por esas razones de la vida el colegio donde te tocó dar la PSU te queda cerca de tu casa, come algo liviano. Una ensalada cesar siempre es bien bienvenida.
En cuanto a los estudios, jamás debes estudiar el último día. Sé sincero contigo mismo, es imposible que toda la materia de cuatro años quepa en tu cerebro en un par de semanas. Así que organiza bien tu tiempo para aprovecharlo al máximo. Deja esos últimos días para salir con tus amigos, tratar de relajarte viendo una película en el cine o cualquier otro panorama que te distraiga. Mientras menos nervioso entres a esa sala, mejor.
Recuerda que esta prueba es muy importante, pero no es la única opción. Así que el mejor consejo es que estés tranquilo y que la afrontes con madurez. A nadie le sirve estar tan nervioso y elegir mal una alternativa. Pero por mientras, sólo enfócate en estudiar y hacer cuanto facsímil encuentres.
Y tú, ¿cómo afrontarás estos meses antes de la prueba?