Luego del reportaje del programa “Contacto” de Canal 13, la educación sexual y su pobre, escasa y nula presencia ha sido uno de los temas más controversiales de los últimos días, sobre todo en cuanto a las pautas que el Gobierno entrega para ser impartidas en los establecimientos educativos de Chile.
Analizando los datos duros presentados por el programa, los cuales obtuvieron a través de una encuesta realizada a 800 jóvenes de un plantel educacional, se desprende que el 43% ya se ha iniciado sexualmente entre los 10 y 12 años. Más sorprendente aún es que 53% de estos jóvenes reconoce mirar pornografía y que 1 de 4 encuestados ya ha practicado sexo oral y anal. No obstante, lo más impactante es que ni el mismo Ministerio de Educación pudiera dar información concreta acerca de cuántos establecimientos imparten educación sexual y por ende, mucho menos pudieron indicar los estándares de quiénes lo hacen.
El problema medular de la situación es que la educación en valores y el entendimiento respecto a temáticas tan especiales como la sexualidad debería provenir de la casa. Son los padres o tutores los principales formadores frente a los aspectos que definirán la vida de un niño o niña. Sin embargo, los chilenos aún mantienen cierto pudor frente a temas como estos, por lo que hablar de sexualidad con los hijos es una tarea difícil y que muy pocos hacen.
Los planes y programas del subsector de orientación desde 6to básico en adelante, presentan ciertos tópicos con relación a esta materia, la cual es pobremente abordada por los profesores que no cuentan con la preparación adecuada. Esto último es sin contar a los docentes de “la vieja escuela” con toques religiosos profundos que ven con recelo que se diga SEXO en un aula, aún cuando los alumnos puedan tener tanto o más conocimiento acerca de ello.
Un dato curioso es que, hasta el momento, el MINEDUC no ha creado planes propios de orientación y/o Educación Sexual, sino que se ha limitado a aprobar programas creados por instituciones de educación superior. Algunos –incluso- cuestionados por poseer contenidos anacrónicos como el de la Universidad San Sebastián, que afirmaba que la homosexualidad era un trastorno en base al DSM, lo cual se descartó en la década del ’60.
Mientras los profes siguen en un mar de incertidumbres, Chile pide a gritos que el Gobierno –garante de una Educación para todos, de calidad y LAICA– se haga cargo de la formación transversal de los niños, esos mismos que mañana serán padres y podrán, con sólidas bases, hablar a sus hijos de sexo sin ruborizar sus mejillas.
¿Ustedes creen que son los padres los que deben ser responsables de entregar educación sexual?