Un éxito de la pasada Feria Internacional del libro de Bogotá resultó ser “Casa de las estrellas: el universo contando por los niños” de Javier Naranjo, ex maestro rural que se dedicó a recopilar, por casi diez años, definiciones del mundo elaboradas por los niños del departamento de Antioquia.
Las definiciones son cerca de 500 para un total de 133 palabras diferentes, que van desde “Adulto: persona que toda cosa que habla, primero ella”, o “Violencia: parte mala de la paz”. Naranjo cuenta que, mientras fue maestro, solía hacer ejercicios y juegos de palabras con los niños, adentrándose por medio de esta instancia en sus diversas percepciones y opiniones y desde donde se desprendían este tipo de definiciones que, en su opinión, eran perfectas. Al editar el libro, por primera vez en 1999, intentó sólo remitirse a corregir la ortografía y puntuación, seleccionándolas según lo potente y reveladoras que fueran.
Algunas definiciones que lo siguen emocionando hasta el día de hoy son: “Iglesia: donde uno va a personar a dios” y “Sombra: son los movimientos de cada persona en la oscuridad”. Para el poeta, es esencial aprender a escuchar a los niños, comprender su visión de mundo, su modo de explicar las cosas y sus particulares construcciones gramaticales. Sostiene que no se trata de que ellos se pongan a nuestra altura, sino que al contrario, de nosotros ser capaces de mirarlos a los ojos y hablar de igual a igual. “Casa de las estrellas” se reeditó el 2005, el 2009 y este año, transformándose en todo un éxito e inspirando iniciativas similares en México y Venezuela.
Todas las ganancias del libro -que en su última edición cuentan con el prólogo de la escritora Piedad Bonnett y las ilustraciones de José Antonio Suárez Londoño- irán destinadas a financiar la biblioteca rural Laboratorio del Espíritu, donde Naranjo trabaja como director y desde donde sigue invitando a los niños a echar a volar su imaginación.
Algunas de las definiciones contenidas en el libro son:
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Tranquilidad: por ejemplo que el papá le diga que le va a pegar y que después le diga que ya no.
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Universo: Casa de las estrellas.
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Tiempo: Algo que pasa para recordar.
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Soledad: Tristeza que le da a uno a veces.
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Paz: Cuando uno se perdona.
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Oscuridad: Es como la frescura de la noche.
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Niño: Responsable de la tarea.
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Agua: Transparencia que se puede tomar.
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Colombia: Un partido de fútbol.
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Anciano: Es un hombre que se pasa sentado todo el día.
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Dios: Es el amor con pelo largo y poderes.
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Niño: Es un amigo que tiene el pelo cortito, no toma ron y se acuesta más temprano.
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Sexo: Es una persona que se besa encima de otra.
Sin duda que las definiciones de los niños no sólo responden a su imaginación y particular forma de ver el mundo, sino también al contexto que viven en una zona tan bombardeada por la violencia en Colombia. Y es que al parecer ni siquiera este contexto es capaz de terminar con su imaginación, su transparencia, alegría e ingenuidad. ¡A no olvidar nuestra imaginación!