Un caso que ha repercutido bastante en los medios de prensa es el de la toma del Liceo Industrial Chileno-Alemán, ubicado en la comuna de Ñuñoa. Pasó que hace un par de días el liceo fue tomado por un grupo de alumnos acompañados de personas ajenas al recinto.
Según señalaron los propios alumnos, en un comienzo la medida de fuerza se habría acordado democráticamente debido a los problemas en la infraestructura del liceo, el cual sufrió serios daños después del último temporal que azotó la capital. Aparte, el liceo no cuenta con camarines, ni con enfermería, por lo que la toma era inminente.
Sin embargo, algo pasó que una vez efectuada la toma y se produjeron serios daños al interior del liceo. Las autoridades y los apoderados se enteraron de lo ocurrido y decidieron defender las clases a como dé lugar, acusando que al interior de la toma se encontraban personas mayores de edad, que no tienen nada que ver con el recinto educacional.
Por estos hechos es que los apoderados y alumnos en contra de los destrozos supuestamente producidos por los estudiantes movilizados –quienes dejaron rayados con lemas anarquistas dentro del liceo- se organizaron y comenzaron a hacer turnos para evitar que se concretara una nueva toma. Así estuvo el tira y afloja, con desalojos por parte de Fuerzas Especiales que hoy, una vez más, terminó con nueve detenidos y de nuevo se encontraron personas que no son parte del alumnado del liceo.
La toma del Liceo Industrial Chileno-Alemán llama la atención porque nunca antes había repercutido tanto en los medios que apoderados se opusieran a las medidas de fuerza que decidieran en un comienzo los estudiantes... ¿Será este un buen ejemplo para el resto de los padres? Hay que recordar que muchos colegios se han ido sumando a la lista de establecimientos educacionales movilizados.