Según un estudio realizado por el Ministerio de Salud de Chile, del total de embarazos en el país, un 15,5 % corresponde a madres adolescentes. Estas jóvenes madres oscilan entre los 10 y los 19 años, por lo que se puede determinar que son en su amplia mayoría, estudiantes de Educación Básica y Secundaria.
Más preocupante aún es analizar el dato concreto de la población mayoritaria desde donde provienen estas jóvenes madres, ya que según las autoridades existe una brecha enorme entre las 16 mil niñas embarazadas pertenecientes al sector más pobre versus las 1.200 pertenecientes a los sectores más acomodados. Frente a esta información surgen poderosas preguntas: ¿Es esto una cuestión de Educación? ¿Existe la relación intrínseca entre pobreza y embarazo adolescente?
Con respecto a la primera pregunta podemos argumentar que, si bien el sistema escolar formal contempla la orientación como subsector de aprendizaje y es ahí donde se deberían abordar estas temáticas, existe mucha disparidad entre lo que idealmente se debería tratar y lo que el Ministerio tiene para entregar.
El Gobierno de Chile debiera trabajar más acuciosamente los planes y programas sobre Orientación y Educación Sexual a fin de que se cumpla al pie de la letra lo establecido en la Ley 20.418 -promulgada cuando Michelle Bachelet era presidenta- que cita: “Toda persona tiene derecho a recibir educación, información y orientación en materia de regulación de la fertilidad, en forma clara, comprensible, completa y, en su caso, confidencial.” Con dicha ley se determinó que la Educación Sexual es un derecho y el Estado Chileno debe ser responsable y garante de su correcto funcionamiento y desarrollo en todas las salas de clases. Del mismo modo, se debieran formar profes con experiencia y capacidad para abordar temas de esta índole desde un punto de vista objetivo, dejando de lado las bases que se apoyan en credos y/o ideologías.
La relación entre pobreza y embarazo adolescente no sólo se trata de una cuestión de carencia de recursos materiales (evidente en cifras y estadísticas que la avalan), sino también de información adecuada para que las niñas enfrenten de mejor manera los procesos normales que vive una mujer.
Por lo general, se sabe que en los hogares más vulnerables existe la ausencia parcial o total del padre, la madre o ambos, quedando los jóvenes bajo la tutela de abuelos, tíos o conocidos de la familia. Estas situaciones exponen a los niños y niñas a situaciones de abandono que muchas veces resultan lamentables.
A lo anterior, podemos sumar que la casa es la primera escuela donde se aprende lo esencial e indispensable, por lo que siempre recaerá en los padres la formación de valores, hábitos y actitudes frente a la vida.
Hace unos días el pre-candidato Presidencial (RN), Andrés Allamand, dijo en entrevista que una de las medidas incluidas en su plan de gobierno, era entregar un bono de $250.000 pesos a aquellas adolescentes que decidieran ser madres. ¿Es esto una medida responsable?
¿Crees que los colegios debieran incluir la Educación Sexual en sus programas?