La Comisión Nacional de Acreditación (CNA), organismo encargado de medir la calidad de la universidades chilenas, se ha visto envuelta en una serie de polémicas a causa de irrregularidades económicas provocadas por algunos de sus integrantes, siendo uno de los de los afectados el ex rector de la Universidad del Mar, Hector Zuñiga. Este tipo de anomalías han generado la necesidad de presentar un proyecto de ley que logre normalizar el proceso de acreditación, por lo que ya se encuentra en trámite el reemplazo de la comisión actual. La Agencia Nacional de Acreditación (ANA) sería el nuevo organismo encargado, el que entre sus nuevas medidas incluiría una acreditación fija de seis años, además de una mayor rigurosidad en el procedimiento. "El sistema que se está proponiendo es universalmente aplicado, es lo que la gran mayoría de las agencias acreditadoras estatales utilizan en los países desarrollados y en muchos países emergentes" apuntó el presidente de la CNA, Matko Koljatic.
Uno de los puntos fundamentales que benefician a las casas de estudios que logran obtener la acreditación, además de asegurar la calidad en su carreras y/o instituciones, es la obtención de recursos públicos. En el caso que no obtengan tal distinción, sus alumnos no pueden optar a la obtención de becas ni créditos del Estado, afectando directamente la cantidad de alumnos que se presentan a los procesos de matrícula. Universidades como la Universidad Pedro de Valdivia (UPV), la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO) y la Universidad de Ciencias de la Informática (UCINF), se han visto muy afectadas por la pérdida de la acreditación, disminuyendo así, considerablemente, la cantidad de alumnos que se han dirigido a sus establecimientos con el fin de ingresar a alguna de las carreras que imparten. "Este año hemos visto que el proceso de matrículas en la universidad va más lento. Evidentemente los injustificados cuestionamientos del Mineduc a nuestro plantel son parte de las causas" afirmó la directora nacional de comunicaciones de la UPV, Soledad Videla.
La CNA hizo públicas las razones por las que algunas de estas universidades perdieron su acreditación. En el caso de la UBO, se apuntó a una escasa capacidad de docentes disponibles. “Es uno de los más bajos del sistema y el número de aumento de matrículas no ha traído aparejado un incremento del número de profesores en una proporción significativa” dice el comunicado. Uno de los puntos a destacar fue la buena infraestructura con la que cuentan, pero no así la calidad académica. En el caso de la UCINF, existe un “alto nivel de endeudamiento” y una “clara tendencia a la baja en las tasas de retención y titulación, situación que no ha sido atendida”. Las universidades que hayan perdido su acreditación tienen la posibilidad de apelar a la CNA, y en caso de una respuesta negativa, al Consejo Nacional de Educación.
Y ustedes, ¿qué importancia le dan a la acreditación?
Universidades no acreditadas ven reducida la cantidad de matrículas
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