Los días 2 y 3 de diciembre de este año miles de estudiantes rindieron la Prueba de Selección Universitaria, la cual determinará si ingresan o no a la carrera y Universidad que desean, mediante la recepción de un puntaje que definirá su futuro. Este evento no sólo está protagonizado por las dificultades de la prueba o irregularidades en el proceso, también es importante considerar que hubo un porcentaje importante de estudiantes que no rindió la prueba.
Es importante reconocer que en este proceso no sólo participan aquellos egresados de colegios, ya que lo sucedido los primeros días de diciembre acepta a todas las personas, jóvenes y no tanto, que buscan ingresar a una Universidad para estudiar una carrera profesional, pueden hacerlo.
De hecho, dentro de las particularidades que surgieron este año, está que muchos jóvenes privados de libertad, es decir, aquellos que se encuentran en centros del Sename (Servicio Nacional de Menores) que busca la reinserción social de menores que están vulnerables en sus entornos familiares y que han infringido la ley. Estos jóvenes rindieron la PSU sin mayores complicaciones, lo cual es un logro muy importante para el desarrollo del programa y los jóvenes que se encuentran en rehabilitación.
Otra particularidad es la de mayores de 60 años que dieron la prueba. Uno se preguntará para qué a estas alturas de la vida, sin embargo, no es menor considerar que la prueba no tiene límite etario y que en esta ocasión, más de 90 personas con más de seis décadas se dirigieron a dar la PSU.
Pero lo que es más importante, que de los más de 270 mil personas que se inscribieron para rendir la prueba de selección universitaria, y un porcentaje no menor decidió finalmente no darla. Cerca de 14 mil estudiantes inscritos no dieron la PSU, la mayoría de ellos, es decir, un 74%, provenientes de colegios municipales.
Estudios de la Universidad de Chile expusieron que de las más de 272.654 personas inscritas, 37.225 no dieron la PSU, lo cual corresponde a un 13,7% del total. Estos números se enfocaron en el sur, donde hubo un alto número de inscritos que no rindieron la prueba.
La única explicación que se le da a este fenómeno que no deja de ser relevante, y es principalmente la repercusión de paros y tomas ocurridas durante todo el 2011, lo cual generó una importante baja respecto al año pasado.
37 mil personas no fueron a rendir la PSU
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