Una semana después de las elecciones municipales, continúan los análisis sobre la alta abstención, cercana al 60%. Con una contra-campaña enfocada en Internet, cabría preguntarse por el alcance de la iniciativa de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), en el tercer país del mundo que más horas dedica a las redes sociales. ¿”#YoNoPrestoElVoto” cumplió su objetivo?
Al ser las primeras elecciones con inscripción automática y voto voluntario, las comparaciones con otros años se hacen complejas. Asimismo, no es fácil dilucidar cuáles fueron las razones que tuvieron millones de personas para no ir a votar. “Es difícil saber, por ejemplo, hasta qué punto permeó la campaña #YoNoPrestoElVoto, esencialmente hecha en redes sociales, pero es claro que no se puede asumir que el 60% de abstención en Chile se debe al llamado de la ACES”, afirma Ximena Jara, Jefa de Contenidos de Elquintopoder.cl.
Jara además explica que “distinguir entre razones para no votar es relevante en términos de políticas públicas y desafíos para los partidos políticos y para las candidaturas”. Considerando lo anterior, todavía faltan herramientas y análisis para distinguir el voto-protesta del voto-desinformación.
Mientras que para Francisco Javier Díaz, cientista político, aún se deben pensar en estrategias que promuevan el acto de ir a sufragar, además de aprobar el sufragio para chilenos que viven en el extranjero, ya que éstos fueron contados dentro de la abstención. “Podemos pensar en un mecanismo de voto adelantado como establecer locomoción gratuita en todo Chile. Hay que analizar cuál fue el clamor de la gente detrás de esa abstención” sostiene Díaz.
¿Pero cuál es el análisis de la propia Aces al respecto? “El descontento social, expresado en las amplias movilización; el descrédito de todas las instituciones reflejado en las encuestas; el nacimiento de los grandes movimientos sociales hoy día se ha expresado en una alta abstención”, señalaron en un comunicado difundido con posterioridad a las elecciones.
Por su parte, el historiador y sociólogo Gabriel Salazar estima que se deben considerar las movilizaciones sociales. “Si hubiera habido un abstencionismo del 60%, sin que existiera un movimiento social en juego, yo diría que se trata de flojera, de no tener ganas, de escapismo. Pero un abstencionismo de ese porte, que va acompañado de movimientos sociales que están en acción - tanto los estudiantes como las organizaciones territoriales del sur y del norte - es que no es sólo flojera ni escapismo, sino que implica una crítica, un rechazo a participar de ese modelo”, analiza Salazar. Desde este punto de vista, se podría considerar que la campaña #YoNoPrestoElVoto responde al anterior proceso descrito.
El sociólogo Alberto Mayol también es cercano a la lectura que hace la Aces con respecto al ausentismo electoral. “En general, cuando la abstención es muy, muy alta, significa que existe un factor de importante deslegitimación del sistema político. Y en este sentido, hay una crítica detrás de ese acto, un cuestionamiento de la institucionalidad vigente.” comentó el sociólogo.
Pese a que los análisis dan para todo tipo de opiniones, al parecer la campaña de la Aces alimentó durante buen tiempo la discusión respecto de la abstención, la cual finalmente terminó siendo la protagonista de las pasadas elecciones municipales.
¿Cumplió su objetivo la campaña #YoNoPrestoElVoto?
¿El llamado de la ACES logró su objetivo?
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Agustina