Una publicación de Medical Daily apuntó a un grupo de psicólogos de la Universidad Estatal de Ohio, quienes realizaron un estudio en 500 personas, el que a través de una serie de experimentos, pudo demostrar que la gente es capaz de introducir en su propia vida actitudes, valores y creencias de los personajes ficticios sobre los que están leyendo. El fenómeno bautizado como “experiencia-adquirida”, indica que la forma de pensar de un ser imaginario es capaz de traspasar la frontera narrativa y condicionar a quien recibe la información. Las historias escritas en primera persona podrían afectar temporalmente la manera de ver el mundo y las relaciones sociales. Es así como la valentía de Harry Potter o el fuerte sentimiento de amistad de Ron Weasley podría influenciar a quien lee la vida fantástica del famoso mago adolescente.
Uno de los estudios evidenció que en la “experiencia-adquirida” depende sustancialmente el espacio temporal donde se muestran las características de un personaje. Un grupo de 70 hombres heterosexuales se vio expuesto a una narración sobre una persona homosexual, donde aquellos que supieron su condición más tardíamente en la historia, tuvieron una actitud más positiva que aquellos que lo supieron desde un comienzo. “Aquellos que supieron después que el personaje era gay, dependieron menos de la estereotipación sobre la gente homosexual. Consideraron en menor medida la feminidad y emocionalidad del personaje en comparación a aquellos que se enteraron de su situación con anterioridad” apuntaron los psicólogos. El mismo experimento se llevó a cabo con un individuo de raza negra, logrando similares resultados. ¿Habría sido lo mismo descubrir que Frodo es un hobbit avanzada la historia y no al comienzo?
La “experiencia-adquirida” se presenta mayormente cuando los lectores se sumergen profundamente en la lectura, siendo capaces de olvidar las percepciones de su propia identidad. “Mientras más presente tienes tu personalidad, más difícil será que adquieras las características del personaje. Debes ser capaz de perderte en libro para experimentar este fenómeno” declaró Geoff Kaufman, autor de la investigación. Esto no se produciría con las películas, ya que no se logra una compenetración suficiente, siendo no más allá que un espectador. “Si las personas se pudiesen vincular con los personajes de esta manera, podrían abrir su horizontes y relacionarse con ciertos grupos sociales con los que quizás no lo harían de no ser por esto” dijo Lisa Libby, co-autora del trabajo. Es entonces necesario que el libro sea de tu gusto para poder sentir esta sensación.
Harry Potter, El Señor de los Anillos, Crepúsculo, Juego de Tronos y Los Juegos del Hambre, son solo algunas de las novelas ficticias más populares dentro del público juvenil. Muchos apuntan que para realmente enamorarse de estas historias, no basta con ver las producciones cinematográficas, ya que están limitan la experiencia y el fino detalle expuesto en las versiones escritas. La “experiencia-adquirida” es quizás una motivación más para tomar un libro y dejarse llevar por la interiorización que generan tales relatos, en vez de preferir la comodidad de una película.
Para aquellos asiduos a la lectura, ¿alguna vez han sentido que algún personaje les ha contagiado alguna característica en particular? Si es así, ¿cuál y en qué libro?
Lectores se atribuirían actitudes de los personajes ficticios
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