Según Noam Chomsky, reconocido lingüista estadounidense e importante investigador de los medios de comunicación de masas, existen por lo menos 10 estrategias “ocultas” para manipular a quienes día tras día encienden su televisor. Pero, ¿somos los televidentes tan estúpidos para dejarnos manejar de esa forma? Según Chomsky, sí. Y el caballero es harto sabio, así que algo de razón debe tener.
Como son 10 las maniobras usadas por las grandes cadenas televisivas (sí, claramente ésta es una conspiración), mejor se las vamos a contar de a poquito, ya que en secundarios.cl sabemos que además de leer nuestro sitio tienen que estudiar, hacer ensayos de la PSU, del SIMCE y tantas otras cosas importantes como revisar facebook y subir fotos.
Así que en ésta ocasión vamos con las cinco primeras. Veamos si todo calza, Chomsky.
1. La estrategia de la distracción. Parece que en Chile lo conocemos de sobra. Consiste en desviar la atención de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas. ¿Cómo se hace? mediante la técnica del diluvio o inundación, dando a conocer informaciones insignificantes pero sabrosas y/o desviando rápidamente la atención ante un hecho de verdadera importancia para el país. Mientras Pablo Schilling le pegue a la Kel y Salfate prediga terremotos, ¿a quién le importa los efectos de la nacionalización de la argentina YPF en la economía nacional?
2. Crear problemas, después ofrecer soluciones. Esta se estila más que nada en los noticieros centrales y en programas de actualidad. Este “método conspiracional” también es conocido como Problema-Reacción-Solución. Así, surge un problema, generalmente a raíz de un hecho trágico, y de ahí para adelante le dan como caja a dicha temática, recalcando que es un “problema país”, siendo que muchas veces son hechos aislados que no son representativos de nuestra realidad. ¿Ejemplos? Muchos. Los más comunes son los relacionados con la delincuencia, habiendo noticieros que por lo menos durante media hora muestran puros asaltos y robos, haciéndonos creer que vivimos en un país suuuper peligroso. Cabros, Chile es una taza de leche al lado de nuestros vecinos sudamericanos de Colombia o Brasil.
3. La estrategia de la gradualidad. Básicamente, esto consiste en ir cambiándote el mundo de a poquito. Algo así como cuando dejaste de tomar leche en mamadera y la cambiaste por el tazón, una transformación lenta de la cual ni siquiera te diste cuenta. Esta estrategia es súper usada por el gobierno, sobre todo cuando quiere aplicar reformas. Ojo con la nueva reforma tributaria.
4. La estrategia de diferir. Cuando los conspiradores saben que su nuevo plan para conquistar el mundo no será bienvenido por la masa, lo presentan como “una situación dolorosa pero necesaria”. Algo así como construir represas en la Patagonia, porque supuestamente no tenemos energía suficiente para usar el notebook mientras miramos tele, calentamos un pan con queso en el microondas y cargamos el celular al mismo tiempo. Así que mejor hacer un montón de torres de alta tensión en una de las zonas más prístinas del planeta y listo. Doloroso… ¿pero necesario?
Y la última estrategia-complot-conspiración-del-día-de-hoy-que-tiene-como-fin hacernos-lesos es:
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. Si bien hasta a mi mamá le gusta 31 Minutos, eso no significa que solo entendamos cuando nos hablan como cabros chicos, si para algo uno crece, va al colegio y todas esas cosas. Sin embargo, existe una tendencia a hablarle a la masa como niños o deficientes mentales. ¿Por qué? Según don Noam Chomsky, “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad” ¿Se han fijado en los matinales cuando hablan por teléfono o entrevistan a alguna señora “X”? Eso mismo.
Bueno, chiquillos, eso ha sido todo por hoy. En cualquier momento continuaremos con la segunda parte. Aquí en secundarios.cl no tenemos nada contra la tele, el punto es saber filtrar lo que vemos, qué creer y cómo no volvernos monos en el intento. Como dicen por ahí, hay que ser más Vivaldi y menos Pavarotti.
¿La televisión nos hace lesos? Parte 1.
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Aaron