Hoy 29, a primera hora, se afirmó que, el aún ministro de educación Felipe Bulnes será removido de su cargo “por motivos personales” el último cambio de gabinete presidencial del 2011. Ahora volvemos a cuestionarnos, como con la salida de Joaquín Lavín, actual titular de MIDEPLAN, quién será el reemplazante que sepultará su carrera política en el campo más conflictivo del último año.
Este año, desde el abuelo al niño de 5 años han hablado de educación, no es difícil, si la prensa formal e informal bombardea del tema tanto a pequeños como a grandes, dándoles los que quieren escuchar. La televisión nos hablaba de destrozos en las marchas y el internet de la cultura en ellas, mientras la radio entrevistaba a Camila Vallejo y ponía lo teórico a la lucha, mientras el diario buscaba al ministro y experto de turno para des-mitificar la utópica lucha estudiantil.
Lo que conllevó que, una cartera simple y fácil (como la consideraba Martín Zilic, el primer sacrificado por la educación) se volviera con los años algo tan difícil que puede sepultar carreras políticas. El ejemplo más claro es Joaquín Lavín, el ex dios de la Unión Demócrata Independiente que, ahora está en segundo plano dentro del Ministerio de Planificación Nacional, con no más que una aparición en los medios de comunicación cada 2 o 3 meses y dando una información corta e inverosímil para la mayoría de los ciudadanos. Todas las aspiraciones presidenciales de la primera persona que consiguió una segunda vuelta en Chile se vieron sepultadas, destruidas y encerradas bajo cuatro llaves.
Ahora es el turno de decirle adiós a la política de Felipe Bulnes, quién se hizo conocido como ministro de justicia, al considerar que las condiciones en que vivían los reos eran paupérrimas y deficientes (más, se dijo pero no se hizo nada, como en educación). Un político simpaticón, que parecía coherente en lo que decía, y que logró frenar el conflicto estudiantil por un par de meses a través de negociaciones, que, al ir pasando el tiempo, fueron dejándose de lado y volviendo a las marchas y protestas que se tomaron este año a tal nivel que una de las principales participantes, Camila Vallejo, fue considerada en un medio inglés como la mujer del año.
Muchos concuerdan que Bulnes no lo hizo mal, lo cual es cierto. Concilió y buscó acuerdos que, aunque no respondían a las verdaderas demandas de fondo, eran unos parches relativamente útiles para el paupérrimo modelo. Aunque con esto, no logrará sustentar un futuro en la política de gran forma.
El ministerio de educación actualmente es un asesino de políticos, por lo cual el próximo que entre, sea el político más grande de la historia nacional, saldrá perjudicado, para qué decir un desconocido que se quería lanzar a la política. Poniéndolo como ejemplo y, después de las últimas encuestas, me atrevería a decir que, ni si estuviera Michelle Bachelet junto a Laurence Golborne en la cartera de educación, lograrían resolver el problema que está en boca de la opinión pública.
La educación tiene un problema de fondo que ha superado a la misma política, que, por más que se quiera, no todos avanzamos para el mismo lado.
Una forma fácil de explicar lo que pasa en educación es el fútbol, especialmente un equipo, Colo Colo. Tiene el plantel más caro, jugadores de buena calidad y un técnico con prestigio y aun así no consigue gustar a la gente. ¿Dónde está el problema? ¿En los dirigentes (Estado y privados) que buscan simplemente inyectar recursos y obtener ganancias ingresando y sacando jugadores? ¿En el técnico (ministro) que se cambia cada vez que ocurre un problema o hay alguna mala racha? ¿O en los jugadores (universidades y colegios) que apuntan para distintas partes, no logran dar buenos pases y no protegen ni modifican el esquema? ¿Será también correspondiente que los hinchas (estudiantes) buscar expulsar al entrenador cada 2 o 3 meses? Entre muchas otras preguntas que se pueden hacer. La solución para ese club está tan difícil como para nuestra educación, especialmente porque todos apuntan para distintos lados. Los dirigentes venden jóvenes buenos y privilegian figuras ya pasadas. Traen técnicos con éxitos anteriores como jugadores y generan más crisis y, aparte, se incluyen jugadores que no tienen ganas de estar en el club ni resolver su crisis interna. Como ocurrió con River Plate en Argentina.
El cambiar a un ministro, a un color político, inclusive, la misma constitución no solucionará el problema de fondo en nuestro sistema educativo si es que los mismos estudiantes quieren que sea así. Si no quieren que las universidades lucren, no entre a universidades con fines de lucro claro. Si no quieren que les entreguen mala educación, reclámele a su casa de estudios. Así se logra mejorar la educación.
Actualizado:
Herald Beyer asumirá hoy a las 19 horas la cartera de educación. El diario el Mercurio lo define como un experto en educación en su nota . Es el subdirector del Centro de Estudios Públicos y también, como se reafirma en el mismo link a EMOL, es una persona que no cree ni considera la educación gratuita. Afirma: "Si miramos la distribución del gasto total en aranceles de la educación superior por decil de ingreso, queda en evidencia que la gratuidad es una política regresiva, en el sentido de que el gasto se concentraría en los grupos de mayores ingresos".
Ya partió con el pie izquierdo al decir eso, mas esperemos que tenga más futuro como ministro y cambie, con el tiempo y la práctica sus dichos. Tanto por su bien, como el de la educación nacional. Si sigue con la postura de lo anterior, no pasará de marzo o abril.
¿Consideras que la salida de Bulnes le servirá a la educación?
Lavín fuera, Bulnes Fuera y ahora ¿A quién echamos?
Publicado
por
Oscar Tucas Garcia