Preocupucación es lo que siente el gobierno tras saber que el 36% de los maestros de colegios municipales y subvencionados muestran un nivel “insatisfactorio” en su calidad educativa, según una medición efectuada a 11.000 docentes de todo el país.
La medición voluntaria y rechazada por el Colegio de Profesores, la produce el mismo gobierno, se ha tomado desde el 2003 hasta el 2009 a más de 15.000 profesores por año. La última, que es la que comentamos arriba, se tomaron menos por el cataclismo sufrido en el centro-sur de Chile.
La educación chilena está en una crisis tremenda y aunque el gobierno tiene confianza en la ley que en según ellos elevará el nivel educacional con la creación de estos templos educativos de excelencia, mayores salarios para maestros destacados, premios y más becas para que los estudiantes de buen rendimiento entren a carreras pedagógicas. Digamos que, según la misma medición, sólo el 6% de los profesores tiene un nivel destacado pero la gran mayoría no tiene ni lo básico para enseñar.
Triste realidad de la educación chilena, que por esto y más motivos que se vienen arrastrando desde hace más de 30 años, la tienen en una especia de cum pigra, que pide por salir de tal espacio para revivir.
Chile ha pasado por muchas crisis educativas y siempre ha salido airoso. La tranquilidad que tenemos es que cada vez son más los niños que tienen oportunidades para salir adelante con su propio esfuerzo, sin depender de un tercero. Ahora, son los profesores que se tienen que poner las baterías y empezar a modernizar sus estilos. Actualizarse a un nuevo tipo de estudiante, y enseñar que esa es su pega señores.
Profesores chilenos mal evaluados
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