Siempre ha estado en la palestra el embarazo adolescente en las mujeres que aún cursan algún año de sus respectivos colegios. Sin embargo, no sólo ellas deben enfrentar esta repentina etapa de sus vidas, sino que también quienes deben asumir la paternidad; jóvenes que aún piensan en jugar a la pelota o prefieren estar metidos en el computador por largas horas, antes que cambiar pañales y dar la mamadera a sus hijos.
Según la OMS (Organización Mundial de Salud), la adolescencia se establece entre los 10 y 19 años. Asimismo, la mayoría de los embarazos a temprana edad, se consideran como “no deseados”, debido al contacto sexual, sin métodos anticonceptivos de por medio. A pesar de que han existido una serie de campañas para evitar lo anterior, lo cierto es que nadie predecir el futuro y, hoy en día, en Chile anualmente nacen alrededor de 40 mil 335 bebés, cuyas madres son jóvenes que aún no terminan sus estudios en el colegio.
Pero lo anterior, no lo es todo. Lidiar con los nueve meses de embarazo, no sólo es tarea de las madres, sino que también de los padres. Claro, aunque para ellos pareciera un poco más fácil llevar esta tarea, la verdad es que no es tan así. Ellos también se ven limitados a dejar de lado sus estudios y tener que asumir una responsabilidad a temprana edad. Salir con los amigos, ya no será una rutina diaria, tampoco el estar pegados frente al televisor jugando video juegos. Créanlo o no, esta cambio drástico en sus vidas, también puede necesitar de ayuda psicológica.
Esta situación sólo depende del padre del bebé, pues todos esperamos que tome la responsabilidad de cuidar a un hijo. Sin embargo, esto puede cambiar si es que el joven simplemente no quiere enfrentarse a una nueva realidad, dejando con todo el peso del embarazo a las madres. Esto “se ve agravado, debido a que la pareja es generalmente un adolescente o joven que no asume su responsabilidad paterna, provocando una situación de abandono afectivo, económico y social en la madre y el niño”, según se explica en la página Web de la Revista Médica de Chile.
Siempre es posible prevenir este tipo de situaciones, pero si te tocó ser a ti un “papá con biberón”, lo mejor es que lo tomes con tranquilidad y con toda la responsabilidad posible, a pesar de que aún te consideres un niño. Si tomaste la decisión de dar un paso más en tu vida y convertirte rápidamente en adolescente, lo ideal es que tengas mucha precaución. Traer un niño al mundo, toma sólo unos minutos, pero cuidarlo, darle de comer y criarlo, es otra cosa. Por lo mismo, mantente siempre al tanto de todos los métodos anticonceptivos y pide consejos a tus padres; nunca está demás informarse un poco más al respecto. Por lo mismo, échale un vistazo a esta página.
Si no tienes la opción de retroceder en el tiempo, asume y busca un trabajo que sea compatible con tus estudios. Apoya, por sobre todas las cosas, a tu pareja. Puede que no estés toda la vida junto a ella, pero sí habrá un hijo de por medio que los unirá para la mayoría de las cosas. No es fácil ser madre adolescente, pero tampoco asumir que serás padre. Los principales motivos por los cuales las escolares desertan de sus estudios son porque “el 27,6 por ciento de los casos, los problemas familiares, entre los que se destacan el abandono del padre y la separación de los padres. En tanto, en el grupo de adolescentes que desertó durante el embarazo, estos motivos corresponden a la vergüenza (41,6%) y las complicaciones obstétricas (31,7%)”.
Paternidad adolescente: "Papás con biberón"
Publicado
por
Secundarios