¿Te consideras un estudiante insatisfecho con lo que haces?, ¿cuál es tu nivel de ansiedad que sientes en el colegio? Esas fueron una las preguntas principales que millones de jóvenes respondieron a lo largo de todo el mundo mediante el test Pisa, y Chile tuvo una posición que no deja sacar cuentas alegres.
Esto porque, de acuerdo a lo publicado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) mediante los resultados del test Pisa, los escolares chilenos son los que en la actualidad se ubican dentro de los que menos satisfechos se sienten con sus vidas. Esto al hacer una comparación con el resto de Latinoamérica con un total de 7,4 puntos dentro de una escala del 1 al 10 (de menor a mayor satisfacción).
En el mismo estudio del test Pisa, Chile se encuentra levemente ubicado sobre el promedio de la OCDE, que es de 7,3, y abajo de República Dominicana, país que encabeza el ranking. Además, Perú se posicionó mejor que Chile con un 7,5, como muchas otras naciones de Latinoamérica.
Más insatisfechos, pero menos ansiosos
Si bien, los escolares chilenos fueron considerados como uno de los más insatisfechos de América Latina, hay otras cifras que sí dan para cantar cuentas alegres. Esto porque es el país de la región que cuenta con la menor cantidad de ansiedad académica, de hecho, obtuvo un registro de solamente 0,1 puntos, y nos ubicamos casi en el promedio de la OCDE quienes tienen 0 puntos.
Esto se mide de acuerdo al "nivel de miedo" o "sensación de malestar del escolar" hacia dar una prueba, principalmente por si será o no difícil. Asimismo, el grado de preocupación que genera tener malas notas en el colegio.
Iván Salinas, académico del Departamento de Estudios Pedagógicos de la U. de Chile, dijo en una entrevista a La Tercera «Los países que tienen menos ansiedad son aquellos donde la responsabilización por resultados es menos importante. Un sistema como el chileno, preocupado por competir por resultados en Simce o PSU, produce ansiedad académica e insatisfacción”. Por eso, el investigador enfatizó que “es relevante revisar las normativas y las leyes que hoy ponen a las causas de la ansiedad en el centro».