A veces no hay mucho tiempo, a veces da lata…Pero por más que te resistas; la verdad es que hay indicios que te están diciendo que deberías estudiar más. ¿Quieres saber cuáles son? Presta mucha atención a lo que viene:
1.- Tus últimas notas no han sido buenas.
Independiente de la excusa, no se puede negar que los 3 y los 4, son las calificaciones que más se repiten en tus pruebas.
2.- Tus papás te retaron por tu rendimiento.
Se enteraron de las malas notas, y ya te han reprendido con frases como “¿qué pasó?” “¿Cuándo vas a subirlas”? o “si no las subes, estarás castigado”.
3.- Hay materias que te resultan más difíciles.
Si bien tienes una asignatura en la que eres erudito, siempre tienes alguna que no es lo tuyo, así que te cuesta un poco más desarrollar sus contenidos. Puede ser Matemáticas, Historia, Castellano….en fin, pero siempre hay una.
4.- La materia no te quedó tan clara.
Faltan horas para el examen, y suplicas que no te pregunten por ese contenido que no manejas muy bien.
5.- Estudias sólo cuando tienes prueba.
Por más que tengas tiempo libre, siempre dices “¿para qué voy a estudiar si no tengo evaluación?”
6.- Sueles estudiar a última hora.
Tuviste semanas, tuviste días antes para estudiar, pero no: siempre optas por estudiar contra el reloj.
7.- Haces tantas cosas que te queda poco tiempo para repasar.
O tienes que jugar, ensayar con tu banda, cuidar a tus perros, ir a comprar, o lo que sea; así que siempre tienes el tiempo justo para estudiar.
8.- Siempre dices “en un rato más me pongo a estudiar”.
Eres un experto en aplazar la hora de estudio. Juras que después de hacer lo que estás haciendo te pondrás a estudiar.
9.- Haces cualquier cosa cuando deberías estar repasando.
Dibujar, mirar el techo, chatear, ver las fotos que tienes en el celular, etcétera. El tema es hacer otra cosa cuando estudias.
10.- Mientras estudias te distraes fácilmente.
Te cuesta mucho concentrarte, pues al mínimo estímulo te abstraes: que pase una mosca, que suene una bocina, que se oscureció…
11.- Sientes que no te alcanzó el tiempo para estudiar todos los contenidos que entraban en la prueba.
Siempre te queda una materia sin repasar o sin repasar bien.
12.- Nunca alcanzas a hacerte un pequeño examen antes de la prueba.
Estudiaste contra el tiempo, así que estás tan apurado que ni hablar de un auto-examen que verifique cuánto manejas los contenidos de la prueba.
13.- Siempre tratas de detectar un contenido que se podría suprimir del estudio.
Tu excusa es que no crees que lo pregunten, que te tomará mucho tiempo repasarlo, que es muy aburrido, etcétera. O sea, siempre se puede estudiar menos.
14.- No tienes toda la materia.
O faltaste a clases o te quedaste atrasado; pero tu cuaderno no tiene todo lo que pasaron para la prueba.
15.- Hay dudas que se te olvidó preguntar en clases.
Te surgieron más preguntas y no sabes qué hacer. ¿Y ahora quién podrá ayudarte?
16.- Encuentras que casi ni has abierto tus apuntes de clase.
Se aproxima la prueba, y tú ni has mirado los contenidos que entran.
17.- Para estudiar la carrera que te gusta te piden más NEM.
Estuviste haciendo cálculos, y necesitas subir tus notas para entrar a la universidad.
18.- Tienes ganas de probar otro método de estudio.
El que usabas antes no resultó, así que estás dispuesto a tantear otros más eficientes. ¿El problema? No hay tiempo, porque la prueba se acerca.
19.- Tienes la sensación de que si hubieses estudiado más, hubieses obtenido mejor nota.
Ahora estás dispuesto a dedicarle una horas más al repaso.
20.- Crees que sí puedes repasar por más tiempo.
Si bien te da lata, sabes que no te costará mucho planificar tu estudio, para dedicarle más horas.
Como viste, existen muchos indicios que indican que deberías estudiar más. Aparte de las de esta lista, ¿Conoces otra señal que te dice que estudies más?