Cuando somos adolescentes parecemos ser más independientes y nuestras madres nos ven con la capacidad de estar solos sin que nada grave nos pase. Esto significa que ellas pueden también darse el gustito de hacer cosas que le interesen, como por ejemplo, estudiar lo que ellas quieran. En este contexto, son varias las situaciones que se dan cuando eres hijo o hija de una "mamás mechona". Por eso aquí van algunas con las que estoy segura que se sentirán representados. Van desde lo peor a lo mejor.
1. Te ha tocado ir a encontrate con ella en sus clases más de una vez
Ya sea para ir a buscar las llaves de la casa o ir a dejarle su celular, de seguro has tenido que soportar todas las miradas de sus compañeros. Más encima, ella se da el lujo de presentarte a cada uno y hablar cosas innecesarias de ti casi como si fueras un trofeo que consiguió por ahí.
2. Sus estudios (carretes) universitarios muchas veces terminan en su casa, tu casa…
Personalmente esto es lo que más me molesta. Primero porque por a nuestra edad no podemos ser partícipes de la fiesta y segundo, porque en general no tenemos nada mejor que hacer que escucharlos tomar, cantar y bailar. Obviamente esas jornadas de "estudio" no nos dejan dormir y súmale la tremenda vergüenza de llevar a nuestros amigos en una situación así.
3. Llega muy tarde a casa
Ya que tiene que trabajar y estudiar, hay días en los que apenas se ven.
4. Se le olvidan las cosas que les pedimos
Como tú también debes estudiar, y en tu colegio siempre te piden materiales o libros, cuando se los pides a ella se le olvidaban, porque claramente ella también esta preocupada de sus propios materiales y libros.
5. Te habla como tus amigas te hablan
Te llega contando chismes que solo ella entiende, de personas que solo ella conoce y usando palabras o lugares que solo ella conoce. Dios nos libre…
6. Sabes más que ella en algunos ramos
Claramente nosotros llevamos estudiando más tiempo, mientras que nuestra madre apenas comienza tras haber dejado los estudios por al menos los años de vida que tu tienes. Por eso, es nosotros tenemos las materias más fresquitas en nuestra mente y enseñarles algo en lo que somos más capos es un completo caos. Intentar llevarle la contraria no va a servir, por lo que solo queda decirles "Ja Ja" una vez que se equivoquen en su prueba por no hacernos caso.
7. Nos dimos cuenta de que era mujer
Sip, por alguna extraña razón que volvieran a estudiar les hizo recordar que antes de ser madres fueron mujeres, lo que en realidad es bastante bonito de ver en los casos donde esto no es extremo.
8. A veces hay que ayudarlas a vestirse
Como sus compañeros tienen a veces una edad más parecida a la de nosotros, siempre nos piden consejos sobre qué ponerse, y si eres mujer, también te toca prestarle ropa; ropa que obviamente jamás te devuelve.
9. Aprendiste a realizar muchas cosas solo.
Si no está mamá, claramente hemos tenido que independizarnos de cierta manera antes de tiempo. Aprendimos a cocinar (al menos las cosas básicas), a limpiar, a estudiar solos y en realidad gracias a eso sabemos que mañana podremos vanagloriarnos de ser realmente independientes.
10. Tenemos más permisos
Como mamá no está, podemos hacer más cosas si queremos (y nos portarnos bien), como comer cosas ricas, salir con nuestros amigos hasta más tarde, estudiar en el momento en el que queramos y hasta vestirnos como queramos; total mamá no está siempre como para llamarnos la atención.
11. Tu casa esta siempre más desocupada
El chipe libre ideal para nosotros, es cuando nuestra madre pasa muy poco tiempo en casa. Se le juntan los trabajos en grupo y deben juntarse en la casa de alguien, así que mientras tanto, nosotros podemos llevar a nuestros amigos y hacer lo que queramos siempre y cuando la casa quede tal cual estaba antes.
12. El rol de madre a veces se traspasa
Muchas veces nos toca cocinarle, cuidarla y hasta ayudarle a vestirse cuando se siente mal. Debido al trabajo duro y el estudio, sabemos que queda con muy poca energía para el fin de semana y siempre tenemos que estar ahí más para ella que ella para nosotros.
13. Sientes el mismo orgullo que ella siente por ti
Una vez que termine su proceso de estudios, la primera persona con la que celebrará será contigo, porque finalmente el propósito de todo fuiste tú y tu familia. Tú fuiste quien más está ahí apoyándola y diciéndole lo mucho que la quieres. Por eso, lo que ella gane sentirás que también lo ganaste y aprendiste tú.