Para algunas personas la lectura representa una forma de arte que les causa placer infinito al poder sumirse en ella. Habrás visto que en algunas casas de tus amigos tenían libreros con colecciones incontables de cuentos, revistas, enciclopedias y hasta quizás algunos diarios, pero tú que definitivamente no eres un fan de la lectura, te sientas abrumado, cansado y con ganas de decir la típica frase "yo jamás podría leer todo eso", al solo ver dicho espectáculo.
A continuación podrás leer (si quieres) sobre 16 situaciones comunes que le ocurren a las personas que odian desde lo más profundo de su alma tener que leer cualquier cosa que sea más extensa que un párrafo.
1. Tener dolores de cabeza al concentrarse mucho
Algunos textos son de alta complejidad, requieren que te concentres mucho para poder entenderlos, y dado que no estás acostumbrado a leer ni siquiera los letreros de las micros, este sobreesfuerzo de tu cerebro hace que te duela la cabeza.
2. Esperar que todos los libros tengan dibujos para que sean menos páginas de texto
Antes de leer cualquier libro haces un sondeo por cada página para ver cuantos dibujos trae y restarlos de la suma total de hojas. Esto te hace sentir más cómodo y menos reacio a leer, sin embargo, hay algunos textos que no traen dibujos ni siquiera en la tapa y se convierten en tu perdición.
3. Tener que comenzar una y otra vez la primera página porque dejaste de leerla para hacer otra cosa
Haces cualquier cosa para evitar leer ese molesto texto que te espera como una sentencia de muerte, y cuando finalmente llegas a él, lo interrumpes después del primer párrafo para hacer algo más entretenido. Incluso eres capaz de realizar tareas que tenías pendientes hace años, con tal de justificarte a ti mismo que no tienes tiempo para leer.
4. Olvidar a la velocidad de la luz lo que leíste aunque haya sido importante
Dado que tener que leer te causa cierto rechazo y molestia, tu cerebro simplemente lo hace de forma "automática" y no retienes nada de lo que leíste.
5. Preferir ver las películas
Si tienes prueba de algún libro, no importa cuantas veces te digan que no es ni parecida a su versión de texto, porque tu decisión siempre será ver la obra cinematográfica aunque te saques un 1 por haberlo hecho.
6. No poder tener una imagen mental de lo que estás leyendo
La forma ideal de leer es creando una imagen o panorama mental a medida que avanzas en el texto. Sin embargo, esto te resulta en extremo complejo y rara vez te resulta, ya que nunca tienes una disposición real de querer usar tu cerebro para imaginar cosas que no te importan.
7. Dejar las lecturas obligatorias para último momento
Aunque tus notas dependan de esto, mágicamente encontrarás miles de cosas mejores que hacer antes de decidirte a leer tu libro obligatorio, o incluso optarás por no leerlo y buscar un resumen en sitios web que sean útiles para este propósito.
8. Obviar las palabras que no entiendes de un texto
Si no entiendes una palabra, simplemente sigues adelante con el texto porque buscarla en un diccionario implicaría más lectura y eso no es lo tuyo.
9. Jamás has pisado una biblioteca por voluntad propia
No sabes qué bibliotecas existen cerca de tu casa, jamás vas a la de tu liceo a buscar libros, no entiendes para qué alguien usaría Bibliometro, etc. Esto ocurre básicamente porque si fueras, ni siquiera sabrías que texto pedir y tampoco te quedarías en ellas para sentarte en silencio a compartir tu tiempo con un libro.
10. Si tienes que estudiar recurres a Youtube hasta que leer sea tu último recurso
Eres mucho mejor estudiante cuando puedes aprender desde youtube o cualquier otra clase en video. Tu estilo de aprendizaje se ve entorpecido cuando depende de la lectura y es probable que no aprendas correctamente por dejarla a medio terminar.
11. Nunca lees las instrucciones
Esto es un clásico para las personas que odian leer. No importa si estás destinado a desactivar una bomba y debes leer las instrucciones para hacerlo de forma correcta; siempre preferirás seguir tu instinto antes que adentrarte en el espantoso mundo de los manuales.
12. Si no puedes quedarte dormido lees algo
Ya que lo de leer te resulta en extremo aburrido, cuando no puedes dormir aprovechas esta situación para leer cualquier cosa desde tu teléfono o lo que encuentres a mano y sin siquiera haber terminado una página, ya estás listo para descansar.
13. Le pides a tus compañeros que te cuenten los libros
Con tal de saltarte una lectura, eres capaz de convencerte a ti mismo de que el relato de tu compañero es fiel al libro que debías leer y te quedarás con su historia por el resto de tu vida. Prácticamente conviertes a tus amigos en autores destacados.
14. Para ti los diarios no aplican como textos
Esto ocurre sobretodo con los diarios que no traen el horóscopo o las mini historietas de las páginas finales. La única utilidad real que le das a esos papeles, es la de secar líquidos derramados en la mesa o en el piso de tu casa, hacer papel maché, proteger cosas delicadas, etc.
Lo más probable es que solamente hayas leído los encabezados de esta nota y que hayas ignorado por completo la descripción de cada uno para saltarte a los gifs. Lo bueno es que no eres la primera ni la última persona del universo que odia leer y por suerte, hoy en día existen los audiolibros para que te ahorres cualquiera de las 16 molestias mencionadas anteriormente.