Aunque el amor es una emoción bonita e intensa, terminamos asumiéndola como una obligación, un motivo para sufrir o como algo que nos limita y nos reprime. Por eso, suele pasar que varios andan de picaflor por la vida y no se enganchan en serio con nadie, debido a que en el fondo de su corazón le tienen pánico a una relación estable. Si le tienes miedo a los pololeos de años, entonces estos 10 consejos para los que le temen a las relaciones serias pueden ayudarte.
1. Enamorarse y tener una relación estable no significa echarte la racionalidad al bolsillo
Siempre se dice que enamorarse te hace perder la razón, que te pones ciego y una serie de analogías más, que dan a entender que el amor automáticamente anula a tu cerebro. Esa es la típica visión de echarle la culpa a otros factores, en lugar de asumir tus propias culpas y admitir que eres tú mismo quien prefiere guiarse solamente por una emoción a darle algo de crédito a tu cabeza. Si quieres mantener una relación estable, pero no quieres que tus sentimientos te controlen, entonces será tuya la tarea de mantener la medida justa entre la racionalidad y el amor, porque no es imposible. Las emociones se manejan y si pones de tu parte, no dejarás que ellas se apoderen de ti.
2. No le temas a la palabra relación
Cuando escuchamos la palabra relación, automáticamente pensamos en años, años y más años al lado de un otro, además de pérdida de libertad, sacrificar tu personalidad y compartir tu espacio vital y necesario, que antes te pertenecía a ti mismo. Pero el control absoluto es parte de las relaciones poco sanas, porque un pololeo saludable no te obligará a cambiar tu forma de ser, a dejar de ver a tus amigos, ni tampoco a tener que pasar todo el día al lado de tu pareja. Parte de tener una relación es establecer reglas y no permitir que el amor te lleve a dejar de ser quien eres y quien comparta su vida contigo, deberá entender y respetar eso.
3. Recuerda que tú tienes el poder de ponerle fin a una relación
Eso de que el amor es para siempre es mentira, porque nada en esta vida lo es. Por eso, si temes iniciar una relación porque no quieres estar amarrado por mucho tiempo, entonces creo que estás mal enfocado. El amor cambia, se termina, se transforma y eso no tiene nada de malo, así es que si hoy te gusta alguien pero el otro año te enamoras de otra persona, no serás malo por ello, mientras dejes las cosas clara y no mientas. Nadie debe obligarte a estar a su lado y tampoco hay que hacerlo por pena, porque al fin de cuentas harás un daño mayor. Por eso, no le tengas miedo a pololear porque no quieres estar mucho tiempo con alguien.
4. Si sientas que tener un pololeo formal implica perder autonomía, entonces estás equivocado
Es típico que cuando nos ponemos a pololear nos baja el ataque de mamonería y al principio, queremos pasar todo el tiempo de la vida con esa persona. Pero cuando se termina la novedad de los primeros meses, esa parte de nosotros que quiere ser libre, regresa. El problema es que a veces le damos mucho poder a una pareja sobre nosotros y nos quiere tener cortitos, que no hagamos nada sin que él o ella esté presente y también quiere meter sus narices en nuestras decisiones. Hay que entender que una relación de pareja no es esclavitud, no se trata de que uno controle al otro y menos aún, que no te permita tener tu espacio. Desde el inicio de tu pololeo debes dejar en claro que no quieres perder tu autonomía y si la otra persona no respeta eso, entonces no es la indicada.
5. El tiempo pasa y no se recupera
Si dejas correr el reloj, con la excusa de que más adelante podrás dedicarle tiempo a una relación seria, entonces te estás olvidando de pequeños detalles como los estudios superiores, la vida laboral y las responsabilidades. Si estás enganchado en la actualidad, aprovecha y vive tu amor, no esperes "un par de años" pensando en que el contexto será mejor, porque no lo es. A medida que crecemos en años también lo hacen las complicaciones, las cuales a veces no nos dejan demasiado espacio para el corazón. Si te gusta alguien dile y si te corresponde, intenten a ver que pasa y no dejes que el tiempo te quite oportunidades que no volverán.
6. No se trata sólo de amor, sino de aprender a convivir con un otro
Estar en pareja no sólo significa tener alguien a quien tomarle la mano o enviarle unos WhatsApp al día. Pololear te ayuda a ser empático, a entender a otra persona y también a no imponer tu visión de las cosas. Por eso, una relación te ayuda a aprender varias cosas sobre ti mismo y sobre cómo dejar el egoísmo de lado, cuidar a tu pareja, aprender a tomar decisiones en conjunto y también transar cuando sea necesario. Si quieres aprender un par de cosillas sobre empatía, entonces un pololis puede ayudarte bastante.
7. Si le tienes miedo a salir herido, entonces vivirás toda tu vida limitado
Es verdad que el amor a veces hace sufrir pero hay varias en cosas que debemos enfrentar, a lo largo de nuestras vidas, que nos harán derramar un par de lágrimas. No podemos vivir en torno al miedo y alejados de lo que nos hace daño, ya que el sufrir es parte de la vida y si no sientes dolor, no estarías capacitado para valorar tanto la felicidad. Nadie tiene una bolita de cristal y no puedes vivir a la defensiva y arrancando del amor, porque no es justo ni sano para ti. Si te toca sufrir, lloras un mar, comes chocolates, pides apoyo de tus amigos y viejos y sigues adelante, pero ahora más fortalecido y con una lección aprendida.
8. Una pareja estable puede ser un excelente compañero de equipo
Si sabes llevar un pololeo, puede ser una de las cosas más entretenidas que te lleguen a pasar. Tendrás a un cómplice de mentiras piadosas, a un compañero de estudios, segundo player o cimarra, alguien que te caliente las patitas cuando hace frío y también un compañero para comer cosas ricas. No es lo mismo picotear por todos lados, en ámbitos amorosos, que tener a un pololis que te cuide cuando estás enfermo, te apoye en tus desafíos y esté dispuesto a escucharte y a darte su apoyo incondicional.
9. Mientras más tiempo pases solo, más te costará a futuro acostumbrarte a estar en una relación
Existimos personas que amamos estar solos y que no necesitamos compartir la vida con otro, para que esta cobre sentido. El problema es que, al igual que el amor, la soledad también es adictiva y mientras más tiempo pasas acompañado de ti mismo, más difícil será estar dispuesto a conocer personas, a compartir tu tiempo con alguien o a abandonar tu cómoda vida acompañado solamente de tu sombra. No dejes que el modo "forever alone" se apodere de ti hasta el punto de hacerte espantar a todos tus pretendientes, incluso a aquellos que de verdad te gustan.
10. Y a medida que cumples años, es más complicado encontrar personas con las que estemos dispuestos a compartir tiempo
Mientras más viejos más mañosos, esa es la realidad. Cuando somos jóvenes es más fácil adaptarse a una persona y sus defectos, que también esté dispuesta a aguantar las pifias que tengamos. Pero a medida que entramos en años, nos ponemos mucho más exigentes y menos dispuestos a transar. Creo que la mejor época para aprender de qué se trata una relación es cuando estás en la adolescencia, porque tienes más tiempo y posibilidades de conocer a otras personas, además de no tener que enrollarte con el matrimonio, la plata, la familia y esas cosas. Aprovecha tu juventud para pololear, porque cuando seas adulto no será tan simple la cosa.
Es imposible que las cosas funcionen siempre como quieras o que puedas prevenir una ruptura de corazón, pero el que no arriesga no gana y si vives arrancando de las relaciones, llegará un punto en que ya no querrás seguir escapando, pero ya será muy tarde. Permítete estar enamorado, pololear y aprender de una relación.