Tal como el apodo que solemos usar para hablar de ellos, es así como percibimos a nuestros padres: unos viejos. Puede ser porque sean bastante mayores que nosotros, porque los encontremos pasados de moda, le hagan la guerra a los pololis de turno o tal vez debido a que los gustos que tenemos, son totalmente diferentes a los de ellos, pero lo cierto es que nos cuesta un montón tratar de llevar la fiesta en paz con los viejujis, ya que el idioma que hablan está a años luz del tuyo. Pero aunque a veces nos concentramos en ver solamente sus defectos, lo cierto es que también han hecho grandes cosas por nosotros y es por eso que debemos intentar fortalecer el vínculo con ellos. Si necesitas una ayudita, a continuación encontrarás 12 consejos para mejorar la relación con tus viejos.
1. Recuerda que tus viejos no son tus enemigos
Aunque a veces sientas que vives con un par de enemigos bajo tu mismo techo, lo cierto es que tus viejos están lejos de ser los malos de la película. Puede que a veces sean demasiado severos, pero todas esas restricciones que te toca soportar, son por tu bien. Es difícil de entender que tanta prohibición sea por una buena causa, pero piensa cómo serías si tus viejos te dijeran a todo que sí y no te enseñaran ningún tipo de responsabilidad, ahí sí estarían haciendo mal su pega, porque no terminarías lo suficientemente preparado para la vida y para todas las obligaciones que deberás enfrentar.
2. Si no quieres que te traten como un niño, no te comportes como tal
Una de las cosas que más nos cargan de los viejos es que nos tratan como cabros chicos y nosotros hace rato que dejamos de serlo. El problema es que a veces no lo demostramos mucho y con nuestro comportamiento inmaduro y ese afán de llevar la contra porque sí, estamos comportándonos justo como nos tratan nuestros viejos: como si fuéramos unos niños. Es por eso que si quieres recibir un trato acorde a tu edad, debes hacer lo posible por reaccionar ante las cosas como el adolescente que eres y no como un chiquillo de 5 años.
3. Tu también habitas en el techo de ellos, entonces procura ayudar en lo que puedas
Las tareas de la casa son de las actividades más lateras de la vida, pero alguien tiene que hacerlas. Aunque te sientas libre de responsabilidad, lo cierto es que no es tan así ya que compartes casa con tus papás y sin necesidad de pagar arriendo, poner plata para pagar las cuenta o la mercadería. Entonces, lo mejor que puedes hacer es ponerte la mano en el cucharoncito y tratar de aportar tu granito de arena, ayudando a sacar la basura, lavando los platos, barriendo o con pequeños gestos que puedan aliviarle un poco la carga a tus papás.
4. Valora todo lo que te han dado
A pesar de que tus viejos no te dan todo lo que quieres, si tienes todo lo que necesitas. Ellos te dan comida, agua, luz, Internet y montón de cosas que hacen tu vida más simple, pero lo más importante, ellos te dan su amor infinito. Desde que eres pequeño te han brindado protección, te han ayudado a hacer los trabajos para el cole, han cuidado tus enfermedades, entre muchas otras cosas. Por eso, antes de decir que detestas a tus papás, piensa en todas las cosas buenas que tienes gracias a ellos y en todo lo que te han enseñado para que seas la persona que eres.
5. Paciencia ante todo
Es verdad que las personas, cuando se van haciendo mayores, se ponen más tozudas y se juran dueñas de la verdad y para quienes somos algo más jóvenes, todo ese tema de que los viejos crean que se las saben todas, solamente por tener más años, nos saca de quicio. Pero aunque sea molesto, intenta tenerles paciencia, ya que todos tenemos defectos que son lateros, pero no por eso las personas nos dejan de querer. Además, algún día estarás del otro lado y cuando seas papá, lograrás sentirte identificado con tus viejos.
6. Debes ser empático
Ponerse en los zapatos del otro, esa es una de las claves para mejorar la relación con tus viejos. Cuando somos capaces de ver más allá de lo que nosotros queremos, para entender cómo se siente el otro y el motivo de sus acciones, la verdad se liberará ante tus ojos. Si no les gusta que salgas de noche, intenta entender que es porque no quieren que te pase nada, si no les gusta que tengas malas notas, es porque esperan que puedas tener un mejor futuro. Aplica la empatía como una de las cosas que haces a diario y créeme que las cosas mejorarán.
7. Si los encuentras lateros, busca alguna actividad, tema de conversación o lugar que sea gusto común
La brecha generacional hace que sintamos que nuestros papás son unos dinosaurios, que no cachan nada de lo que te gusta o está de moda. Pero no seas tan drástico con ellos e intenta darles una oportunidad para compartir tiempo en común y para ello, tu misión será intentar encontrar gustos en común con tus papás, para que puedan hacer algo que les parezca entretenido a todos y para que descubras que ellos no son tan lateros como pensaste. La música, los videojuegos, un viaje al campo o el karaoke, pueden ser actividades que los unan frente a un interés en común.
8. Intenta conversar con argumentos cuando algo no te parezca adecuado
Cuando no estamos de acuerdo con lo que nuestros papás nos imponen, la primera reacción que tenemos es la de gritar y rebatir a tontas y a locas, sin pensar mucho en lo que decimos. El problema es que estas pataletas no nos ayudan, sino más bien nos perjudican, porque no estamos expresando lo que realmente queremos decir. Lo mejor es que enfríes la cabeza cuando quieras discutir y lo hagas con claridad, argumentos válidos y razones que hagan entender tu punto de vista, para que tus viejos puedan escucharte y también entender tus palabras y tomarlas con seriedad.
9. Valora a tus papás mientras los tienes cerca y demuéstrales que te importan
Es típico que las personas aplican ese dicho "nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" al pie de la letra, pero lo cierto es que ahí ya no sirve. Pasa que cuando los hijos se van a vivir lejos de los papás, se pelean por mucho tiempo con ellos o estos fallecen, recién entienden lo mucho que los querían. Sé inteligente y no sólo valóralos ahora que los tienes cerca, sino que intenta demostrarles lo importante que son para ti cada vez que tengas la oportunidad, porque ni con todas las flores del mundo lograrás recuperarlos cuando ellos ya no estén.
10. Demuéstrales que eres digno de ganarte su confianza
Si sientes que tus papás no confían en ti, entonces debes trabajar para ganarte su confianza. Si te dan permiso hasta las 12, entonces llega a esa hora a tu casa, si prometes que llamarás cuando estés en la casa de tu pololo o polola, entonces hazlo y de ese modo lograrás que tus viejos comiencen a confiar en ti. No esperes que ellos confíen en alguien que no cumple lo que dice y siempre sale con alguna excusa del tipo "cuento del tío" para tratar de justificarse.
11. Si quieres más permisos, asume responsabilidades que puedas cumplir
El tema de los permisos también suele ser uno de los motivos que más genera diferencias con los papás, ya que cuesta sacarles un sí para ir a algún carrete y eso para nosotros es frustrante. Pero como no todo en la vida es gratis, intenta demostrarles que puedes cumplir responsabilidades como mejorar tus notas, ordenar tu pieza, hacerles caso en lo que te dicen y hacerte responsable de tus acciones, para que ellos sientan que sí estás capacitado para recibir más permisos y también para responder de manera positiva ante la responsabilidad de cumplir con los horarios y también de velar por tu propia seguridad.
12. Recuerda que uno de los pocos amores incondicionales en la vida es el de los padres hacia los hijos
Cuando nos sentimos solos, estamos tristes o frustrados, los papás tienen un radar para notarlo y también para decir la palabra precisa en el momento justo. No hay nada más reconfortante que el abrazo de un papá cuando tenemos penita y lo mejor de todo, es que esos brazos estarán para nosotros siempre que los necesitemos. Los pololeos se acaban, las amistades se distancian, pero tus viejos te amarán por siempre y estarán para ti a lo largo de tu vida.
Ante todo, ten en cuenta que tus viejos te aman y que no harán algo solamente para perjudicarte, sino que siempre será porque consideran que es lo mejor para ti. Deja de mirarlos como enemigos y comienza a ponerse en sus zapatos.