La vida es una jungla y es por eso que en ella te tocará enfrentarte a distintos tipos de especímenes. Es al interior de una sala de clases en donde se puede observar la interacción entre estas especies, su comportamiento en el aula y las posible rivalidades entre los diferentes líderes de las manadas respectivas.
Pero todas estas especies no sólo están compuestas por estudiantes, sino que también están esos clanes mayores compuestos por profesores, que son quienes lideran el territorio por experiencia y edad (mientras más viejo, más respetado).
Dentro de los perfiles típicos de profesores, que podemos encontrar, está ese que parece más una mamá que una docente, el que es medio patrañero y no le crees ni lo que reza, el que odia la docencia, esa que está más rayada que tu cuaderno y también el que se jura artista, aunque les haga construir objetos con palitos de helado. En todos lados y a lo largo de tu vida, te tocará encontrarte con gente que se jura artista pero que nunca logró que alguna de sus obras fueran reconocidas o al menos puestas a la venta en alguna feria persa local.
Este profe raya con el arte, aunque su ramo sea matemáticas o historia e intentará explicarte y enseñar todo desde esa visión del mundo, shúper loca, volada, etérea, emocional y singular que los artistas suelen transmitir. Como se jura un genio creativo, suele dar trabajos del tipo WTF y que nadie entiende, como por ejemplo explicar una ecuación desde la teoría del surrealismo, comparar la Independencia de Chile con el Renacimiento o definir el significado de algunas palabras según la forma de pintar de Van Gogh. Según él, lo hace para despertar al genio que tú y tus compañeros llevan dentro y quiere que te emociones, al igual que él, al mirar el atardecer, en un día de lluvia o viendo las caras de desconsuelo de las personas que andan en transporte público.
Su look es bastante particular y podrías reconocerlo incluso en la hora punta del metro, ya que las boinas, beatles negros, sombreros de todo tipo, chalecos de lana de oveja, colores y estampados sicodélicos y muchos periodos de barba, son signos característicos de su imagen. En su versión femenina, los aros de alpaca, cobre o cuero, el pelo largo y con volumen, los pantalones bombachos y los suéteres largos e inciensos varios, son algunas cosas que puedes encontrar en su clóset. Respecto a sus gustos musicales, la clásica, la andina, los cantos de ballena y el folklore son parte de su repertorio.
Este docente cree tanto en el poder del arte que siempre le dice a sus estudiantes que esta expresión artística puede cambiar al mundo, que las distintas disciplinas tienen el poder de decir aquello que las palabras no pueden y de generar movimientos sociales difíciles de acallar. Además, un profe y artista frustrado se jura superior a uno normal y siempre hablará de sí mismo como un artista, sus estudios asociados al arte, sus años en el extranjero y los distintos periodos creativos por los cuales ha pasado, dejando en claro que el arte, en su sentido más abstracto, no se vende.
Pero si es un artista talentoso y tan bacán ¿por qué terminó trabajando un chilión de horas en tu colegio y tomando incluso a esos cursos problemáticos? La respuesta, aunque se rompa su corazón en pequeños trozos, es que el arte no le dio la plata suficiente y que tampoco él logró destacar sobre el resto. Igual te da un poco de pena, porque cuando lo miras hablar sobre arte, ves como le brillan sus ojos y te da lata que no pueda estar haciendo lo que realmente lo mueve, porque en Chile las disciplinas artísticas no son respetadas. Al pensar en su caso, tocas madera y le ruegas a todos los dioses el que nunca permitan que termines como él, viviendo en un traje que no está hecho a su medida y que no le permite flexibilidad, pero es la única forma de llevar comida a tu hogar.
Al fin de cuentas, igual es un@ viej@ loc@ lind@ y le da un aire distinto a la docencia, ya que al menos intenta ser más lolein y taquillero, acercándose a sus alumnos y tratando de reconocer el potencial que cada uno tiene oculto, aunque en el fondo de tu mente lo que más te gusta de él es que da trabajos más fáciles y que te permiten aplicar chamullos varios. Imposible tener mala nota, si al final en el arte no existe lo correcto e incorrecto.