Sentirse triste es algo muy común que todos hemos vivido, algunos de forma más frecuente que otros, pero cuando esta tristeza parece no irse y convertirse en algo cotidiano hay que hacer algo al respecto porque podría tratarse de un cuadro depresivo. La depresión es un problema cada vez más común entre los adolescentes chilenos: según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica tenemos la segunda tasa de suicidios adolescentes más alta del mundo después de Corea y un 24% de los menores de 14 años presentan alteraciones del ánimo. Son cifras realmente preocupantes, así que no debemos subestimar el tema.
Pedir ayuda puede ser algo que de mucho miedo por varias razones: puedes creer que no te creerán, rechazarán o dejarán en ridículo burlándose, o simplemente te da miedo porque al pedir ayuda estás aceptando que tienes un problema, pero debes dejar estos pensamientos de lado y pensar en todo lo que ganarás al pedir ayuda. Te sorprenderás al ver que para las personas será algo nada del otro mundo, porque hay que aceptarlo: este problema es muy común.
Si estás en esta situación (o conoces a alguien que esté en ella), aquí te dejamos algunos motivos para que no te de vergüenza y puedas pedir ayuda, porque es algo absolutamente necesario.
1. Pedir ayuda es útil. No dejes de hacerlo por pensar que no sirve para nada o no hará ninguna diferencia, ¿cómo sabes si no lo has hecho? Pensar que lo que hacemos será inútil es uno de los motivos por los que dejamos de hacer cosas sobre las que luego nos arrepentiremos. No pierdes nada con pedir ayuda y hablar con alguien de confianza, te aseguramos (por las razones que vienen) que te servirá y mucho.
2. Pedir ayuda no representa debilidad, sino que madurez y valentía. Si alguien te dice que solo los débiles que no se la pueden con sus propios problemas piden ayuda, mejor dile chao a esa persona. Alguien que pide ayuda por algún problema demuestra que es maduro y es capaz de hacerse responsable por sí mismo, se quiere lo suficiente para preocuparse y es valiente, porque no todos se atreven a reconocer que necesitan ayuda.
3. Cualquier persona puede tener problemas de salud mental y es normal, no significa que estés loco ni nada por el estilo. No vayas a creer que no tienes que pedir ayuda porque solo los locos la necesitan y que es necesario estar demasiado mal para hacerlo. No es cierto. Probablemente muchos de los que te rodean han pasado por algo así alguna vez y se ven completamente normales, una persona con depresión no se pasa todo el día metido en la cama sin bañarse, olvida los estereotipos porque a cualquiera puede pasarle.
4. Sí te van a entender. No pienses que nadie te va a entender, las personas pueden ser más comprensivas de lo que crees y muchas quizás también han estado en tu situación anteriormente. Elige a personas de confianza como tus padres, hermanos, amigos o profesores cercanos, o si no te acomoda compartir tus sentimientos con nadie ve con algún psicólogo (los colegios suelen darte acceso a un profesional, sino habla con tus papás para que te lleven a uno).
5. Aceptar que tienes un problema significa que estás listo para ponerte mejor. Pocas cosas mejoran si no reconoces primero que hay algo que anda mal. Cuando pidas ayuda y tengas que contarle a alguien que estás triste y eso es un problema, estarás dando el primer paso para estar completamente consciente de lo que está pasando y poder mejorarte en un futuro cercano.
6. Al pedir ayuda la gente te verá desde otro punto de vista y te entenderán mejor al escucharte. Es difícil comprender a alguien cuando no sabes lo que realmente está sintiendo la otra persona, así que al volver tus sentimientos palabras dejarás que otros puedan entenderte.
7. Al expresarte también podrás comprenderte tú mismo mejor. Dicen que el lenguaje hace que las cosas se hagan realidad… esto también significa que cuando puedas contarle lo que te está pasando a quien le pidas ayuda, también estarás hablando contigo mismo. Al convertir todo lo que pasa en tu cabeza, que suele estar muy desordenado y caótico, en palabras ordenadas, estarás dándole sentido a tu experiencia y podrás comprenderte. Ordenar tus sentimientos siempre ayuda, por eso escribirlos también puede ser una buena terapia en ocasiones.
8. Si esta tristeza también provoca sentimientos de soledad y aislamiento, hablar te hará sentir menos solo y formarás una conexión mayor con ciertas personas. Al pedir ayuda saldrás de tu burbuja de “estoy solo y nadie me entiende” y te darás cuenta de que hay personas a tu alrededor que están contigo y te apoyan.
9. A las personas les gusta ayudar. Esto es muy muy muy cierto. No son muchas las personas que odian que otros vengan a pedirle ayuda en cosas como estas (y no les vas a pedir a ellos, probablemente son los que no tienen amigos), la mayoría disfruta ayudando a otros y hasta se siente feliz al sentir que alguien le confía un tema delicado. Te aseguro que tus papás y amigos estarían felices de escucharte y darte toda la ayuda que esté a su alcance.
10. Puedes estar realmente necesitando ayuda. Como dijimos anteriormente, la depresión es un problema real y preocupantemente común. Puede que tu tristeza sea algo temporal y te ayude mucho pedir ayuda y hablar con alguien al respecto, pero puede que también lo que estés pasando sea depresión y tenga que ver con algo más químico que emocional. Pedir ayuda a tiempo puede evitar que tu problema se agrave y luego sea más difícil de tratar.
Recuerda que cualquier persona puede pasar por esto, es normal y nadie te juzgará por pedir ayuda; al contrario, verán que tienes el valor y la madurez suficiente para cuidarte solo. ¡Ánimo!