La India es uno de los países con las cifras más altas de violaciones y acoso callejero a mujeres en el mundo. Sin embargo, lo más indignante es que muchos de estos casos quedan impunes y nunca llegan a ser sancionados.
Una adolescente india que se dirigía a su colegio, comenzó a ser violentada verbalmente por un hombre en el distrito Pilibhit. Ella, sin pensarlo dos veces, lo llevó a punta de samarreos hasta una estación de polícias y ahí, en frente de ellos, le dio sus buenos charchazos y lo obligó a disculparse de rodillas.