Los estereotipos son ideas generalizadas que cumplen un rol importantísimo en la sociedad, en la formación de grupos y su permanencia en el tiempo. Según las profesoras Amossy y Herscheberg (2001), permite que las personas se identifiquen unas con otras y de esta forma sienten pertenencia y unidad.
Por otro lado, los estereotipos por lo general contienen a una connotación peyorativa de unos grupos hacia otros, describiéndolos según su rango etareo, religión, raza, sexo, etc.; así, por ejemplo se asocia a los jóvenes con conductas irresponsables y a los ancianos con vidas sedentarias y monótonas. Así, los hombres, según el estereotipo dominante, tendrían conductas más relacionadas con el liderazgo, la independencia y a la fuerza física, mientras que las mujeres se relacionarían a conductas orientadas a la ternura, la dependencia y la reflexión.
Judith Halberstam, directora del Centro de Investigación Feminista en la Universidad de California, ha dedicado su carrera a escribir sobre lo que denomina la masculinidad femenina: “Estoy escribiendo sobre mujeres que se sienten más masculinas que femeninas, e intento explicar por qué, culturalmente, parece que prestamos muy poca atención a la masculinidad femenina, mientras que mostramos mucho interés a la feminidad masculina”. Así, si bien se ha valorado a un modelo masculino más sensible y cercano, se sigue valorando negativamente a una mujer con carácter fuerte, competitiva e independiente.
Lo cierto es que como cualquier estereotipo, el ideal de mujer no logra abordar las distintas aristas que podemos tener cada una en nuestro estilo particular y muchas veces, por no ser la niña tierna y delicada que esperan que seamos, nos han tildado de “ahombradas”.
Las invito a hacer un pequeño test, para ver qué tanta testosterona corre por nuestras venas:
1. Ante unos tacones de punta, prefieres unas cómodas zapatillas.
2. ¿Amigos? Hombres. Las mujeres se complican demasiado.
3. No disfrutas del romanticismo de película. De rosas, ni hablar.
4. No te gusta el rosado, prefieres los tonos azules… morado es el límite.
5. Una salida al mall puede ser realmente una tortura. “¿Por qué demoran tanto comprando ropa?”
6. Probablemente tus amigos te tratan como un amigo más… y eso te acomoda.
7. ¿La moda? Tú estableces tu propio estilo. De preferencia usas pantalones y poleras.
8. Usas expresiones bruscas y muchas veces vulgares.
9. Tu ideal de una cita, es pasar una tarde de videojuegos.
10. Eres competitiva y te molesta perder.
11. Te consideras una persona independiente, vas a tu propio ritmo.
12. No te dan miedo los bichos. De hecho, tus amigos están más asustados que tú.
13. Te gustan los deportes extremos.
14. No tienes problemas en acercarte a un chico y decirle que te gusta.
15. Hacer dieta es la última de tus prioridades.
16. Tu reacción cuando tus conocidas hablan de moda y farándula.
17. Cuando pequeña, nunca le encontraste la diversión a jugar con muñecas, preferías los deportes.
18. ¿Un café con las amigas? ¡Mejor una cerveza!
19. La melosidad de las relaciones de pareja no es lo tuyo, prefieres un partner con quien hacer actividades
20. Las otras personas consideran que eres un “poquito brusca”.