Caleb Benn es un joven encargado de manejar las redes sociales de su colegio, que sin proponérselo ganó 6 mil dólares (más de 3 millones y medio de pesos chilenos) gracias a que solucionó el gran problema que significa pasar fotos desde un Mac a Instagram.
Usando sus conocimientos sobre programación, Caleb creo una app que le permitiera compartir imágenes desde desde su computador sin tener que traspasarlas nuevamente al teléfono. Al darse cuenta de que no sólo él tenía este problema, decidió colgar su aplicación en la tiende de Apple y venderla por 5 dólares.
Con lo que obtuviera con la venta de su aplicación, Benn pretendía ayudar a costear su carrera de informática en la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos, y vaya que iba bien: en tan sólo un mes, alcanzó a reunir 6 mil dólares. Sin embargo, Instagram se enteró y le funó los planes.
Tanto fue el éxito de esta aplicación, que los responsables de la aplicación de fotos tomaron cartas en el asunto y le solicitaron a Benn que se apegara a sus normas y no la usara para otros fines. Ante esto, Caleb ofreció bajar su aplicación, pero al no recibir una respuesta formal de parte de la compañía, resolvió dejarla arriba.
Pero esta no es la primera que el chico tiene problema por alguna de creaciones, ya que en otras oportunidades también le han pedido bajarlas sin explicar nunca por qué.
Fuente: El Economista | Imagen CC YashilG