Queridas chicas creídas:
¿Quién miercale se creen que son?
Como una amiga diría, tengo el síndrome de la palabra nueva: aprendes una palabra que nunca habías escuchado o no sabías que significaba y ahora te aparece por todos lados. Bueno, eso mismo me está pasando ahora con niñas que son muy creídas.
A primera vista me da la impresión de que se están multiplicando, pero en realidad (o eso es lo que quiero pensar) es que me he fijado más en la actitud de miercale que tienen algunas mujeres. En especial cuando estamos pasando la edad puberta entrado a ser adultas jóvenes, porque nos hacemos más conflictivas. Es que cuando las hormonas son las que nos mandan y nos empiezan a gustar compañeros o algún hombre, queremos llamar la atención y muchas veces llegamos a hacer lo que sea para que nos tomen en cuenta. Y es en ese momento, cuando nos convertimos en monstruos estereotipadas: la típica creída que se cree la mejor del mundo sin importar el resto.
Y esto se hace aún peor y se mete en nuestro ser cuando nos han lastimado tan feo que tuvimos que construir una persona que realmente no somos… cabra chica levantada de r@¡#!
Todo porque quieren atención, ya que claramente esto no te hace sentir mejor contigo misma y no creo que simplemente seas creída. Lo peor de todo esto, es que en el camino dañamos y también arrastramos a personas que son buenas y que no se lo merecen, sólo porque tenemos el poder de hacerlo. Bueno, sea cual sea el caso, y me dirijo a cualquiera que le caiga el sombrero, de verdad espero que algún día se miren al espejo y digan: chuta, estoy súper mal enfocada.
Porque de verdad, y mirando en retrospectiva, ser creída no saca absolutamente nada bueno de nadie y es una actitud totalmente inmadura que se ve horrible. Además, que hombre en su sano juicio querría estar con una niña así. Llega a ser penoso y la única que sale perdiendo eres tú; porque no sólo vas a perder tus amistades, la gente que te quiere y al hombre que tu buscas sino que te va a costar demasiado sacarte el estigma de creída. Te prometo que no lo vas a pasar bien
Yo tenía una amiga que aparte de gustarle andar mostrando a los hombres guapísimos con los que andaba, también le encantaba restregarme en la cara las cosas que su papá le traía del extranjero. Porque ella siempre tenía lo último de lo último y cuando llegaba aquí a Chile ella simplemente lo regalaba como si fuera una tonterita. Soporté esto durante varios años y ahora que miro hacia atrás me pregunto a mí misma: ¿por qué no dejé de ser su amiga? Por tonta e inmadura.
Así que, quien quiera que lo esté leyendo, si lo que he dicho hasta ahora te llegó por lo menos un poquito al corazón, hazte un mea culpa y de repente seamos más humildes para poder darnos cuenta en qué estamos mal. Y si estás al otro lado de la moneda y eres una de las que ha sido afectada por una de estas chicas creídas, ten un poco de paciencia y ayúdala a darse cuenta de esto, que nada bueno va a salir de lo que está haciendo.
Imagen CC Deborah