Dedicaré el presente post al sexo femenino, pues (creo) en mi condición de hombre puede dar ciertas luces (no necesariamente brillantes) a aquellas chicas que quieran conocer mejor nuestra tosca naturaleza, consejos que pueden ser aún más necesarios a quienes sospechan de un amor secreto cercano. Por otro lado (personalmente) veré si puedo purgar con esto algunas de las penas que me afligieron durante mi infancia (pobre de mí SNIF).
A nosotros se nos hace igual o más difícil sincerarnos -en materia amorosa- con la otra persona. Aún peor, en tiempos en que la desigualdad de géneros se transforma (poco a poco) en algo del pasado, nos encontramos en pleno proceso de entendimiento afectivo, realidad que desconocíamos completamente y a la que debemos acostumbrarnos. MUCHO peor, si somos inseguros y nos quedamos por siempre (y para siempre) en la FRIENDZONE cómoda posición para quienes amamos casi platónicamente a alguien -que tenemos al lado- y tememos si quiera tocarla.
Es difícil -si es que, en primer lugar, nos querían sólo de amigos- salir de nuestra situación. En paralelo, nadie nos enseñó a llegar a ustedes -las generaciones que nos dieron vida, aún funcionan bajo la sombra machista de épocas pasadas (sobretodo en Chile)- he ahí la razón de por qué nos vemos tan estúpidos cuando confesamos nuestro amor, o forzamos alguna torpe instancia para poder estar junto a ustedes.
1. Nota si nadie es suficiente para ti (según él).
2. Estate atenta a si te dice que te ves bien y linda en todo lo que te pones de ropa.
Esta es tal vez la forma más inocente de sincerarse, pero a la vez la más clara o fácil de reconocer. Un amigo real será sincero contigo y no te celebrará todo lo que te pones. Aquella sabandija que te ama te mirará embobado con ojos brillosos y te replicará te ves hermosa siempre.