La toma del Instituto Nacional es sólo una muestra del descontento de los estudiantes con el sistema educacional. A pesar de que los secundarios llevan años molestos y peleando por lo que consideran justo, las demandas que exigen van variando a medida que se llegan a soluciones o nacen otros problemas.
Actualmente, en el gobierno de Michelle Bachelet, se le prometió a los estudiantes solucionar una de esas demandas históricas: educación gratuita y de calidad. En mayo, su gobierno presentó las primeras luces de cómo se podría poner fin al lucro, y la reforma educacional ya está tomando forma.
Todo bien, se buscan dar soluciones, pero los estudiantes siguen inconformes ¿Por qué? Acá algunos motivos.
De acuerdo a Ricardo Paredes, vocero de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones), la discusión tiene muchos factores que deben analizarse. Una de ellas (la más compartida por las distintas organizaciones), es la poca participación que están teniendo los estudiantes en el diseño de la reforma.
“La demanda por participación es una de nuestras principales peticiones. Fuimos los que sacamos los problemas de la educación de debajo de la alfombra y como tales, queremos ser parte de las soluciones”, contó Paredes.
Si bien el problema de la participación une a todas las organizaciones, el vocero de la Cones considera que no es la causa número uno por la que pelean. “La participación no es una demanda programática, tiene que ver más con la forma de hacer las cosas, nosotros queremos ser considerados, pero nuestra principal preocupación es potenciar la educación pública”. Lorenza Soto, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), aporta a la discusión y asegura que la reforma educacional “no está fortaleciendo la educación pública y en ese caso las familias van a preferir pagar”.
Soto, al igual que Paredes, también consideran que el fin al lucro y al copago no es confiable. “Por ley, el fin al lucro está prohibido en las universidades y las privadas lo siguen haciendo”, dijo la vocera de la Aces.
Los estudiantes también tienen serios problemas con la selección escolar. Según Jordi Villalón, presidente del Centro de Alumnos del Liceo Darío Salas, cree que hay otros temas que son más prioritarios, como nivelar la educación. “Si cada comuna tuviera un buen liceo, se acabarían los emblemáticos, pero con las actuales propuestas están reemplazando el mérito por una suerte de azar”.
Para Soto, la selectividad sólo se eliminará en las pruebas de ingreso, pero seguirá presente a través de la segregación por religión, sexo, nivel cultural y socioeconómico, ya que los sostenedores seguirán teniendo libertades.
Todos estos son los argumentos que hoy mantienen en pie de guerra a los estudiantes secundarios. Cada una de estas demandas son las que tienen a los alumnos del Instituto Nacional en Toma y a cientos o miles de alumnos organizándose para marchar el 10 de junio.
Imagen CC Resumen Gráfico / Fuente: La Tercera