Ir en la micro, caminar, estar sentado en el pc, acostado en la cama, bajo la lluvia, carreteando, da lo mismo donde estemos o lo que hagamos, porque si estamos escuchando música mientras eso pasa, siempre es más bacán.
Todos tenemos esas canciones favoritas que nos hacen cambiar el ánimo al toque. Hay algunas que nos dan una pena ¡uff! en cambio otras, nos hacen acordarnos de nuestros mejores carretes o momentos estúpidos con los cabros ¿Pero por qué la música es tan liberadora? Ni la ciencia misma lo sabe y de hecho, es un debate constante entre los más expertos. Se supone que todo está relacionado con las cosas que esperamos, con obtener o no lo que estamos buscando.
Según Leonard Meyer, un compositor y filósofo de los años '50, la música establece patrones de sonido que nos provocan algo así como predicciones sobre lo que va a pasar ¿Cuático? Sí, pareciera que el señor Meyer se hubiera ido en la media volá, pero si lo pensamos bien ¿a quién no le ha pasado que su día mejora sólo al escuchar una canción?
Meyer lo plantea así: si es que acertamos en esas predicciones, el cerebro va a tener una recompensa, que sería el flujo de dopamina (el neurotransmisor que está relacionado directamente con el placer). Entonces, entre las expectativas y la música, nuestro cerebro se llena de "emociones placenteras".
Un estudio más reciente, del 2001, realizado por los neurocientíficos Anne Blood y Robert Zatorre de la Universidad McGill en Montreal, demostró que lo que la música nos hace sentir, hacer o decir, va a depender de la comunicación entre "emoción" y "lógica" en nuestro cerebro. A pesar de estos descubriendo, hay un montón de otros factores relacionados al escuchar música, como si estamos en grupo o si esa canción que estamos escuchando nos recuerda a un momento vivido en particular.
Así que por ahora chiquillos, el misterio seguirá sin resolverse del todo, al menos hasta que conozcamos cómo son realmente las emociones humanas.
¿Por qué crees que escuchar música te conecta tanto con lo que sientes?