Típica escena de película: Está la mina arreglándose, corriendo por toda la casa, con toda la ropa desparramada en busca de la tenida perfecta. Después de mirarse mil veces al espejo y decir que se ve muy linda, suena el timbre. Es el pololo que la fue a buscar para ir a la casa de sus papás para presentarla a la familia. Una vez en el lugar de los hechos, la niña saluda a la madre, al padre y de repente se encuentra con dos hermanos, más grandes que su pololo y que más encima son gemelos...
¡Ah! no, me equivoqué, no es una escena de película. De verdad me pasó.
Sí, me tocó la pésima suerte que uno de mis pololos tenía hermanos gemelos que más encima me encontraban cabra chica y malcriada. Les caía pésimo. Y con eso también hicieron que la hermana chica de mi pololo me odiara de pasadita. Pero lo peor de todo es que ni siquiera sé qué fue lo que les hice, fue horrible la situación.
Yo estaba en tercero medio, él en segundo de universidad y sus hermanos estaban en cuarto año. Claro, yo era chica en comparación a la edad que ellos tenían, pero en realidad no tenían excusas para molestarme tanto.
Recuerdo perfectamente la primera vez que los conocí: era un día domingo, almuerzo familiar y ellos se presentaron al revés, me hicieron confundirme a propósito y cuando les intentaba hablar, se mataban de la risa. Primer round.
Después, cada comentario inteligente que yo trataba de decir para lucirme, me lo contestaban de manera en que yo quedara como una idiota. Segundo round.
Y finalmente, cuando me fui le dijeron a mi pololo que yo no era para él, que sólo era bonita pero de inteligente no tenía nada. Tercer round y knock-out…
A pesar de todo eso, mi pololo nunca les hizo caso y no se dejó llevar por eso que decían. Pero lo más penca era que sentía la mala onda de parte de ellos.
Consejo: no traten de forzar la relación. Fue lo que intenté hacer con su hermana chica, que de hecho tenía mi misma edad, otra razón por la que sus hermanos no me querían. Intenté por todos los medios hacerme su amiga y averiguar lo que le gustaba y lo que no para así poder congeniar con ella.
¿El resultado? Un desastre. Se dio cuenta que no era tan así lo que yo le planteaba, lo que hizo que me odiara más.
Creo que lo mejor que se puede hacer en estas situaciones es dejar que las cosas pasen, que la relación se dé y tratar de ser lo más amable posible con esos odiosos hermanos que te odian, por más insoportables que sean y jamás, pero jamás te metas en la relación entre hermanos porque puede destruir tu relación.
Y si nunca se llegara a dar la buena onda entonces déjalo, ya vendrá el día en que los hermanos se den cuenta que haces feliz al hermano querido.
¿Qué me pueden decir de esta situación? ¿Tienen algún cuñado o cuñadita que les tienen mala onda?
Imagen CC vía Corie Howell