“Lo siento, no eres tú… soy yo”. La excusa más estúpida que te pueden dar al momento de patearte. Pero bueno ya, supongamos que la aceptamos y terminó siendo que aún estás enamoradísima de tu pololo (ahora ex pololo). Ok no importa, te dices, total es muy difícil que la vea seguido si ni siquiera vamos al mismo colegio.
Y como al universo le gusta conspirar contra ti, pasa todo lo contrario a lo que piensas que va a pasar. Si creíste que no la ibas a ver nunca más, ¡ZAS! en cuanto pisas tu sala de clases ves esa carita que tanto te gustó.
¿Qué hacer entonces? Bueno, primero hay que ponerse en la situación de si te sigue gustando él. Si es así, entonces lo mejor es actuar amistosamente y no demostrar nerviosismo ni incomodidad, porque lo último que queremos es que él se sienta mal alrededor tuyo. Por eso mismo, habla con sus amigos en la buena onda pero no te metas directamente con él, es más, intenta estar siempre dentro de su campo visual para que así esté constantemente pensando en ti. Pero tampoco te vayas al otro extremo de hacerte la bacán y andar llamándole la atención todo el tiempo. Tienes que recordarle por qué le gustaste en un principio y ponerlo en práctica, o por último mejorar aquello que a ella no le gustaba.
Pero en el caso de que tú hayas seguido adelante y otro te haya robado el corazón, obviamente que verlo y tener que compartir la mayor parte del tiempo en el colegio con él dando vueltas por ahí no es muy cómodo que digamos, pero lamentablemente no hay nada que hacer respecto a eso. De todas formas, es cosa tuya que la situación entre él y tú se vuelva incómoda porque no debería importar que andes con otra siendo que llegaron al acuerdo de terminar la relación.
Ahora, efectivamente puede pasar que a tu pololo actual no le guste nadita, nadita que tu ex ande por ahí rondando la carne que ya probó y que sabe que le gustó. O sea, si yo fuera él andaría demasiado celoso por la vida, pero todo está en hacerlo sentir seguro sobre lo que sientes por tu pololo actual y reasegurarle a cada rato que es a él al que quieres ahora y no a tu ex.
Me acuerdo perfecto cuando llegó mi mejor amiga con ataque porque el ex pololo figuraba en la lista de curso. La pobrecita corría de un lado a otro sin saber qué hacer y con el corazón a mil por hora. Para la suerte de ella, el ex en realidad no estaba en nuestro curso sino que era de uno de los paralelos así que estar en clases era un alivio enorme. Pero cuando salíamos a recreo, uff… era terrible. De repente íbamos caminando hacia una dirección y de la nada se daba vuelta y se iba por otro lado para no toparse con él. Había que estar atenta a lo que hacía porque o si no podía quedar hablando sola. Lo peor de todo es que como nunca, se encontraba con él en todos lados y ella andaba haciéndole el quite siempre hasta que tuvo que enfrentarlo. No le quedó otra.
Pobrecita, fue directo a saludarlo y él a penas la miró. Después de eso se despreocupó de él y se sintió mucho más aliviada, ya no era tema para ella.
¿Y a ti te ha pasado algo así? ¿Qué tan terrible fue?
Foto CC vía Flickr