El Sistema de Medición de la Calidad de la Educación o más conocido como Simce es una prueba que mide la calidad de la educación en los colegios. Su aplicación es en varias instancias de nuestra formación, parte desde pequeñitos en 2° básico, luego en 4º, 6°, 8º y luego en 2º y 3° medio en las áreas de matemáticas, lenguaje, ciencias, educación física, inglés y TICs.
La verdad es que este sistema ha sido muy criticado debido a todos los problemas educacionales que tiene Chilito. Además de ser un sistema que muchos catalogan como insignificante puesto que no ayuda en nada a mejorar la educación sino por el contrario aumenta la desigualdad ya que hace los colegios con más recursos puedan preparar mejor a sus estudiantes que los colegios municipales y así la brecha educacional aumenta y aumenta.
Pero este no es el único problema que acarrea este sistema de medición, también es preocupante para muchos el rigor y estrés que conlleva la rendición del examen y todo esto por los colegios que presionan a los cursos que les toda dar el Simce, pues quieren obtener la mayor cantidad de puntaje.
Este tema del estrés no es menor, especialmente para los chiquilines de segundo básico que se ven forzados a rendir una prueba que les exige un tipo de presión similar a la sufrida cuando rendimos la PSU, incluso se sabe de colegios que en primero básico están realizando ensayos.
Cristóbal Hanke este año pasa a segundo básico y cuenta que el Simce es un tema presente en su nuevo año escolar: “la tía nos dijo que este año nos toca una prueba muy importante y tenemos que estudiar mucho”.
Por parte de los profesores se han escuchado reclamos, ya que dicen que esta prueba hace que los estudiantes pongan el foco de atención en el Simce y le den menos importancia a otras instancias educativas del año, además no están de acuerdo con el método de esta prueba ya que la selección múltiple impide argumentar y realizar respuestas con un desarrollo que permita relacionar diferentes conocimientos.
¡Alto al SIMCE! Es una campaña impulsada por padres, apoderados, profes y hasta políticos que buscan detener la implementación de esta prueba. En su página web ponen 10 razones por las cuales están en contra de este examen entre las que destacan el estrés, la competencia y la desigualdad que genera.