A veces cuándo estamos aburridos, porque nos quedamos de juntar con un brother y esperamos a que llegue, estamos haciendo la hora para que nos entreguen algo, necesitamos divertirnos y llevamos algo al baño, cuándo viajamos en Metro o Transantiago o en los recreos del colegio. Qué más práctico para matar el aburrimiento que nuestro mejor aliado, el multifuncional y tecnológico smartfone o la tradicional Tablet.
Buscamos y descargamos aplicaciones que son miles en los App Store, reproductores de películas, editores de imágenes, mensajería o redes sociales. Qué mejor para divertirte que jugar el legendario Angry Birds, el Candy Crush, o tal vez Subway Surfers… bueno, son demasiados para nombrar todos los títulos.
Lo difícil es cuándo esos videojuegos, te comienzan a cobrar dinero para que puedas comprar algún complemento, por ejemplo: accesorios como el típico sombrerito para el Pow, más vidas para el Candy Crush o modificaciones para tú automóvil de carreras. ¿Pero de dónde sale el dinero que gastas en todo ese tipo de cosas? Obviamente que si no estás trabajando de tus padres, ¿o no?
Si alguna vez has hecho compras por App Store o Google Play dejando a tus padres con una deuda que pagar, no es tampoco toda tu culpa, ya que estás grandes empresas de tecnología también hacen de las suyas para adquirir más ganancias. Como lo que pasó en Estados Unidos el año 2011 con Apple, donde algunos padres interpusieron demandas contra esta compañía por seducir e incitar a sus hijos a gastar dinero en estos videojuegos. La cifra que esta empresa tecnológica tiene que devolver a los padres afectados, asciende a un total de 32,5 millones de dólares. Esto se generó porque en el año en que se interpusieron las demandas, los padres alegaban facturas que llegaban a 2600 dólares en gastos de tarjetas de crédito en videojuegos. El motivo fue porque los niños y adolescentes al jugar en estas aplicaciones, les aparecía después de un tiempo, una ventana de 15 minutos que ofrecía comprar más vidas o tipos de accesorios para mejorar a sus personajes. Causando que el jugador ingresara la tarjeta de crédito con o sin permiso de los padres, generándose un engaño de tiempo indebido en donde el usuario, es decir el hijo, podía realizar varias compras.
¿Y tu has hecho enojar a tus padres por compras como estas en Appstore?
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