Los últimos estudios sobre obesidad entregado por la Organización Mundial de la Salud posicionan a Chile en el noveno lugar de los países con más sobrepeso del mundo, siendo un tema con prioridad nacional, apareciendo con bastante frecuencia en los medios y manteniendo a todos en constante alerta debido a los riesgos que conlleva la situación.
Por esta razón, es sumamente necesaria la creación de políticas públicas que apunten a mejorar los hábitos alimenticios de la población y aumentar la realización de ejercicios, dos factores que contribuyen a la prevención de la obesidad.
En este sentido, el año 2012 surgió una iniciativa llamada “Ley Super 8”, que pretendía regular el etiquetado nutricional de los alimentos para que las personas pudieran tomar conciencia de lo que estaban consumiendo, mostrando con grandes letras cuando los alimentos tuviesen altas cantidades de azúcar, sal o grasas.
A pesar de lo beneficiosa que podría ser esta Ley, el senador Guido Girardi ha expresado sus reparos frente a esta, declarando que “el Gobierno envió un traje a la medida a las empresas”, haciendo alusión a que se les da mayor libertad a estas en la creación de sus productos.
Además, esta Ley regularía la venta de comida chatarra dentro de los colegios, medida que evitaría el consumo excesivo de alimentos que no hacen más que dañar la salud, considerando que la obesidad en los niños chilenos superó el 10%. Sin embargo, todo esto no es suficiente ya que en Chile existe un problema educacional mayor. Si bien prohibir la venta de comida chatarra dentro de los colegios es una medida muy coherente si se pretende disminuir la obesidad, esto no cambiará mucho los hábitos alimenticios de los niños. Si no encontraron alimentos chatarras dentro del establecimiento es muy probable que los busquen en otros lados.
La idea es generar conciencia sobre lo perjudicial que son estos alimentos, pero no solamente a los niños, sino también a lo padres, porque muchas veces son ellos mismos los que por factores de comodidad, tiempo e ignorancia prefieren mandarles dinero a sus hijos para que compren sus propias colaciones, sin vigilar lo que pueden estar consumiendo. Por ejemplo, la gente desconoce los daños que puede producir el consumo de bebidas por su excesiva cantidad de azúcar o alimentos con exceso de sal.
Además, es muy importante fomentar la actividad física, sobre todo por el aumento del sedentarismo que se está viviendo en Chile. La extensión de las horas de educación física en los colegios es algo que se está considerando, ya que el poco tiempo de los padres limita la opción de realizar deporte en casa.
Si bien medidas como la “Ley Super 8” son muy necesarias en Chile, donde existe total libertad de venta de productos perjudiciales para la salud, volvemos a repetir lo que dicen todos los noticiarios: hay combatir el problema desde la base. En la medida que se logre mejorar la educación alimenticia de las personas junto con fomentar la realización de deportes, combatir la obesidad será cada vez más fácil.