El propedéutico es un programa impulsado por la Unesco y que hoy se encuentra en manos de la Universidad de Santiago en asociación con Fundación Equitas y Fundación Ford. En primera instancia buscó asesorar a alumnos, profesores y directivos de los Liceos Prioritarios del Ministerio de Educación, pero luego su trabajo se profundizo aún más.
Hoy en día, la Usach realiza un proyecto llamado “Propedéutico Unesco” en diferentes colegios previamente indicados en el programa, orientado a los estudiantes de 4º medio que se encuentren dentro del 10% con mejor rendimiento en sus cursos, considerando las notas desde 1º medio hasta primer semestre de 4º medio. Además, cada año son más las universidades que se suman a este programa las que llegan a más de una decena entre estatales y privadas, expandiendo este inclusivo programa social.
Francisco Javier Gil, ex rector de la Universidad Católica Silva Henríquez, es un convencido de que la Prueba de Selección Universitaria (PSU) no puede ser la única forma de para que los estudiantes ingresen a la educación superior, así como también de la importancia de darle más valor al rendimiento escolar.
En este sentido, el académico considera que la mayor debilidad de la PSU, la que considera como una prueba segregadora, “es que los estudiantes de los colegios más vulnerables de este país no tienen ni una posibilidad de que les vaya bien”. Agrega también que “cada año 12 mil buenos estudiantes de la educación municipal y subvencionada quedan fuera debido al sistema de selección que tenemos en Chile, porque el sistema es malo”. El Propedéutico busca “diseñar políticas públicas para que jóvenes de escasos recursos demuestren su talento en la universidad”. Es un proyecto que entrega una posibilidad real a los estudiantes con buen desempeño, pero socialmente vulnerables. Los alumnos asisten todos los sábados durante 3 a 4 meses a las dependencias de la universidad, donde tienen clases de lenguaje, matemáticas -entre otras asignaturas- con profesores de Fundación Equita y de la misma universidad. De esta forma se les comienza a dar una especie de entrenamiento que luego los ayudará cuando se encuentren en la universidad, ya que generalmente son estudiantes que tienen muy mala base académica.
A pesar de lo que se pueda pensar, para participar del propedéutico no hay que postular, sino que son las mismas universidades que imparten el programa las que convocan a los directamente a los alumnos de los establecimientos que se encuentran dentro del proyecto. Sin embargo, no todo estudiante que es seleccionado para el propedéutico ingresará a la universidad de forma automática. Para esto, es necesario cumplir con ciertos requisitos básicos que mostrarán el compromiso de cada uno. De esta forma, dentro de los requisitos más importantes, además de pertenecer al 10% con mejor rendimiento académico de su curso/colegio, se encuentran la asistencia en las actividades del propedéutico la que debe ser de 100%. Además, se deben aprobar todas las asignaturas del programa con nota igual o mayor a 4.0 y es obligación rendir la PSU el año que se cursa el propedéutico.
Cumpliendo esto sin problemas, el alumno ingresará al programa de bachillerato para luego pasar a una carrera formal como cualquier estudiante de la universidad.
Finalmente, el reciente informe entregado por la consultora Pearson deja en evidencia la ineficiencia del sistema de medición que tiene la Prueba de Selección Universitaria. De esta manera, el propedéutico es una oportunidad muy importante para los estudiantes que ven cerradas las posibilidades de ingresar a la universidad en las actuales condiciones de selección. Lo desalentador es que aún son muchos los estudiantes que no pueden ser beneficiados con estas pequeñas ayudas, existiendo una deuda profunda con la gran masa de estudiantes vulnerables de Chile.