Después de conocer los puntajes de la PSU, para muchos llegó la alegría y para otros la tristeza. Si bien varios ya intuían los resultados, otros no se los esperaban, así que la incertidumbre de qué hacer ahora se tomó la vida de unos cuantos y la idea de postular a lo que me gusta o a lo que me alcanza, divide las intenciones de los estudiantes.
Estudiar lo que te gusta, y si además te alcanza el puntaje para ello, no debería ser un problema. Si bien para muchos esto no se dará en la universidad que constituía su primera preferencia, hay muchas casas de estudio privadas que ofrecen buenas alternativas. Lo importante es que revises bien las mallas curriculares, las que te darán una idea del enfoque y si es que las materias se ajustan a tus gustos.
Ahora, el problema es cuando el puntaje no te alcanza para estudiar lo que quieres, y te debes dividir entre conformarte con otra cosa o prepararte nuevamente para la PSU. Personalmente, creo que la vocación es lo primordial, y que siempre uno debe hacer lo que le gusta. Esto no solo nos hace mejores personas, al estar desempeñándonos en un área de nuestro agrado, sino que también nos hace ser mucho más eficientes y felices. Recuerda que decides lo que harás en gran parte de tu vida.
Pero como el puntaje pesa, y tan solo una décima te puede quitar la opción de entrar a la Universidad, es importante barajar todas tus opciones. Si lamentablemente tus resultados no te permiten entrar a la carrera de tu preferencia, muchas veces es mejor que te prepares nuevamente para la prueba o que busques opciones que realmente te vayan a servir para tu futuro laboral.
Terminar dándole en el gusto a los papás u otras personas no es lo más recomendado. Puedes dedicar tu tiempo a trabajar o bien prepararte para rendir nuevamente la prueba. No te conformes con lo que te alcance. Quizás el que te dediques a estudiar únicamente para la PSU puede rendir mejores frutos, para que termines en lo que realmente te guste.
Si tus padres o familiares no están seguros que lo que quieres estudiar sea para ti, persiste si es lo que realmente te gusta. Cuando haces las cosas con ganas, tendrás resultados más positivos. No te fijes únicamente en la retribución económica o lo que pensará el resto de la gente.
Puede que sientas la presión de muchos en este proceso, especialmente si eres la primera generación de tu familia en entrar a la universidad, pero recuerda que este momento no definirá el resto de tu vida y que seguir tus sueños e intereses no está determinado por la PSU. Investiga qué es lo que más te gusta, prepárate para tener mejores posibilidades y trabaja por ti mismo para lograr tus objetivos. La perseverancia es la clave del éxito.
Y tú, ¿esperabas tus resultados?, ¿ya sabes qué es lo que vas a hacer a la hora de postular a la universidad?
¿Postular a lo que me gusta o a lo que me alcance?
Publicado
por
Claudia Silva