A diferencia de lo que podríamos pensar según lo que marcan las encuestas, no hay nadie bien definido por ahora, todo es cumulo de supuestos y encuestas de dudosa credibilidad. Por una parte, la apuesta que los medios insisten en hacer es la de la ex presidenta Michelle Bachelet quien gozaba de un “88%” de aprobación al termino de su mandato. A pesar de que los números la apoyan, en un sinfín de declaraciones se ha manifestado estar contenta con su nuevo puesto en la O.N.U y no demasiado interesada en ser nuevamente la mandataria de su país natal. Aunque la pregunta razonable a esta altura seria ¿es realmente Michelle Bachelet una carta fuerte para la presidencia?
Si analizamos los números no tendría demasiado sentido que siquiera lo intentaran otros candidatos, sin embargo hay una muy buena razón para que “nuestra querida Michelle” no haya mostrado aun una opinión positiva, aunque no del todo negativa. Si echamos mano a los archivos de su periodo, nos daremos cuenta de que la primera gran revuelta estudiantil se gesta, nace y se desarrolla bajo su mandato. La tan mencionada revolución Pingüina se genera precisamente en el momento de mayor crisis dentro del gobierno de la señora Bachelet. Si a eso le agregamos la falta de credibilidad y aprobación que se adjudico gracias a su escasa gestión en la VIII región, una de las mas azotadas por el terremoto, el déficit financiero descubierto una vez que ella había abandonado ya la casa de gobierno además de su casi nula presencia en la política actual de nuestro país, podríamos entender las mas posibles razones para que no desee o al menos, por decisión voluntaria, ser una de las posibles candidatas. Si bien es cierto, es una mujer carismática y con buen manejo de situaciones, mal que mal la única gran damnificada por el asunto del terremoto fue Carmen Fernández, la por ese entonces directora de la Oficina nacional de emergencias.
Pero seguimos con nuestra pregunta inicial. Para estas fechas del mandato de la señora Michelle ya había un desfile de fuertes y bastantes bien preparados candidatos. ¿Por qué entonces no se ha presentado ninguno aun para el puesto? La razón es bastante sencilla, el próximo presidente tendrá que ser “bombero” para que pueda apagar realmente y de manera duradera el incendio que se viene arrastrando en la política interna del país. Si volvemos a la cifras nos daremos cuenta que la situación estudiantil actual ha sido la más grave por la que ha atravesado el país, además tenemos el asunto de la reconstrucción que todavía sigue pendiente agréguenle la delicada situación política internacional del país gracias a los asuntos del Mercosur y los alegatos de Perú ante el tribunal internacional añadan por ultimo los estragos económicos y sociales que dejara el verdadero incendio por el que pasa el país, entenderemos que quien sea que se presente como futuro candidato tendrá que al menos tener ideas bastante claras sobre cómo solucionar los problemas de nuestra querida nación.
Ahora para terminar ¿Quien creen ustedes que será el próximo presidente de Chile?
¿Quién es la verdadera opción para ser el próximo presidente de nuestro país?
Publicado
por
Diego Catalan