Ya estamos en junio, cada vez se acerca más ese monstruo gigante llamado Prueba de Selección Universitaria, donde pondrás a prueba todos los conocimientos que has adquirido por cuatro años (en algunos casos más) de tu vida.
Antes de salir corriendo y escapando porque ya te hablarán de esa prueba maldita, te decimos que cambies el enfoque, si al final, queramos o no, esa prueba marca tu futuro. Donde muchos que soñaron utilizar un delantal blanco, terminan optando por otras carreras que, a la larga les termina gustando.
Para los alumnos en el último año de educación media, que se dedicaron a dormitar en clases, jugar con el avioncito, ahora el promedio les pasa la cuenta. Las Notas de Enseñanza Media, buscan generar la primera barrera de aquí a la carrera que tanto deseamos. En casi todas las carreras se exige un 30% base de NEM para ponderar (considerando la mayor parte de las universidades), lo que siempre es un peso para los que no nos esforzamos lo suficiente.
Pero claro, no te alarmes si tienes promedio 4,0 porque sólo es un 30%. Vas con un piso más bajo a saltar la barrera PSU, pero siempre con esfuerzo y una buena dosis de estudios alcanzable. Si tienes problemas para tener un ritmo propio y constante de estudios, tienes la opción de optar por un preuniversitarios que busque y consiga motivarte para llegar mejor preparado a la prueba y literalmente “te peines” con ella.
El sólo hecho de tener que dar la prueba te puede cambiar tus ritmos de vida y llenarte de tensión, Graciela Reyes, directora académica del Preuniversitario nacional afirma “La presión es una sensación tanto física como emocional, por eso se puede trabajar mediante estrategias de relajación principalmente que logran un estado de bienestar y claridad mental, por otro lado estableciéndose metas parciales y alcanzables en vez de centrarse en un objetivo desmesurado para el estudiante, eso no quiere decir renunciar a los sueños personales, sino que "dividir el problema" en tantas partes como sea necesario para controlarlo y resolverlo”.
Otra opción que siempre está presente, más en estas fechas, es la inclusión en un preuniversitario, claro, una decisión difícil y tal vez cara. En estas fechas muchos Preuniversitarios ya están alistando su versión expreso. Graciela Reyes plantea que un preuniversitario genera confianza y, además ayuda a preparar la prueba realizando ensayos y cosas así, para saber a qué vas, también dice que un preuniversitario se debe especializar en dar confianza y experiencia, superando ese “trauma” llamado PSU. Por consiguiente, un preuniversitario que sólo se dedique a pasar nuevamente la materia de un colegio no es útil para los alumnos.
Pero no desesperes si no tienes dinero para pagar un pre, siempre existe el internet que nos puede ayudar, muchas opciones de ensayos hay en esta red gigante. También las universidades muchas veces ofrecen cada cierto tiempo ir a sus sedes y rendir una especie de “P.S.U.”, cosa que es totalmente recomendada para participar si estás interesado en rendir una buena prueba.
En el caso que no quieras prepararte e ir a lo Américo (“a morir”) a dar la prueba, y no obtienes los resultados esperados, pero no desesperes si este es el caso, siempre está la opción de tomarse un año. De esta opción, la directora académica del preuniversitario nacional nos comenta “. Si se toma la decisión de darse una segunda oportunidad vale la pena preguntarse qué se hizo la primera vez, definirlo claramente, para hacer algo distinto la segunda vez. Luego buscar un apoyo profesional , por ejemplo un preuniversitario que brinde una preparación que marque la diferencia.”
Así que ya sabes, queda poco y es el momento de preocuparte de esta prueba “maldita”, que hará la diferencia entre tus sueños y la realidad. Así que confía y que no te pase lo que a Hitler.
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¿Rindes este año la PSU? ¿Le tienes miedo a la prueba?
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PSU: Jugándose el futuro en 2 días
Publicado
por
Oscar Tucas Garcia