Como todos ya saben, estamos en fechas de fiestas y no sólo por el 18 de septiembre, sino también porque nuestro país cumple 200 años. Eso no pasa todos los días, así que nuestro deber es celebrarlo como Dios manda (lo que no significa que lo celebremos sin ropa).
Usualmente, las fondas son los mejores lugares para pasarlo bien, pero los asados en casa no se quedan atrás, ya que podemos pasarlo con la gente que de verdad nos importa; como nuestra familia, cercanos y/o amigos. Es ahí donde podemos darle un plus a nuestra junta, para ser la sensación del curso.
Los juegos chilenos han estado en nuestra cultura desde hace muchos años atrás y la mayoría se practican en estas fechas, en especial el Volantín, que llegó durante la colonia, a mediados del siglo XVIII.
En el caso del trompo, lo podemos encontrar en diferentes esquinas de nuestra ciudad, hasta incluso en algunos locales del sector. La idea es lucirse con él o ponerlo a pelear con el de tu contrincante. Sin ponerse chúcaros, recuerden que esto es un juego no más.
También tenemos el emboque que, su mismo nombre lo dice todo; no tiene tanta gracia más que hacer un par de trucos con la mano y el cordel, aunque es súper entretenido para hacer competencias y apuestas (a ver si nos ganamos unos pesos desafiando a unos tíos).
Ahora vamos a hacer la diferencia; un juego fácil de fabricar y entretenido es la Rayuela, ya que con unas pocas lucas podemos hacer una mini cancha en nuestro propio patio. Tan sólo comprando un par de tablas de madera, arena, un tejo, dos clavos largos y una pitilla.
La idea es poner las tres tablas en forma de cajón y rellenar con arena ojalá húmeda. Poner los dos clavos en extremos, tirar la pitilla a lo largo y ya tenemos nuestro juego chileno (ojo, no confundir con rayuela corta, aunque ese también lo podemos jugar con permiso de nuestros viejos).
Uno de los deportes más practicados en nuestro país es el Volantín, como lo mencionamos anteriormente. Lo más probable es que les hayan enseñado a fabricarlos, si es que recuerdan sus clases de artes manuales en básica, pero de todas maneras se los recordaremos:
Materiales: dos palitos de Colihue, Neoprén, papel de volantín, hilo de algodón, corta cartón, alicate, escuadra y regla.
El Volantín tiene que ser un cuadrado perfecto, independiente del tamaño que este tenga. Es por eso que usaremos la regla junto con la escuadra para cortar el papel, con el fin de que quede perfecto.
Para tener un volantín más firme, los bordes los doblaremos hacia adentro y los pegaremos con neoprén.
Tomamos los palitos de Colihue y ponemos uno a lo largo haciendo una diagonal y otro que debe ir curvo a tres centímetros de la punta del volantín. Ambos palos se pegan con neoprén (les ponen neoprén y los dejan aireando tres a cinco minutos). Los restos, los cortamos con el alicate.
Luego contamos tres dedos de cada punta y con algo fino perforamos dos hoyos, por cada parte del triángulo para poner el hilo (el cual debe ser tres veces más largo que el palito de la diagonal).
Ponemos los hilos correspondientes, haciendo firmes nudos y ya estamos listos para salir a encumbrar nuestros nuevos volantines.
Este Bicentenario tenemos que celebrarlo con “tuti”, así que partieron todos a comprar los elementos necesarios y a practicar los juegos criollos.
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Cómo crear tu propio juego dieciochero y ser el alma del curso
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Secundarios